ka
an salir para breves y humillantes viajes al baño, una botella de agua y una
puerta se abrió. Era Manuel, una sonrisa burlona j
, sus ojos recorriendo mi forma desaliñada-. Hora de ir a ele
aba demasiado débil y entumecida para reacc
e. Te ve
nos. Bianca estaba en el asiento del copiloto, parloteando alegremente sobre la boutique de diseñador a l
ca y cristales brillantes. Bianca, por
víbora-. Les dije que estaban siendo demasiado duros, pero ya sabes lo protectores que son conmigo. -Se
acción. Simplemente me aparté y le
ado, Bianca. Estoy
s de que rápidamente reorganizara sus facciones en una máscara de dulce benevolenci
stidos, sacando trajes del p
a la recepción, quizás? -Sostuvo un número ceñido y sin
ijo Antonio, su voz
-agregó Manuel, sus ojos
por completo mi presencia. Me sentía como un
undiendo la escena,
va a ver espectacular. El señor He
risita, disfrutan
rtunada. -Me lanzó una mirada cargada de falsa lástima-. Antonio, cariño, has estado
e volvió hacia mí, s
elegid
o -dije en
qué uno al azar. Un vestido s
está
yudara a ponérmelo. Cuando salí, el salón prin
a fría cuchilla del abandono que se retorcía en mis entrañas-. Di
raña pálida y de ojos hundidos en un hermoso vestido blan
, volví a
a la asistente-, no creo
i ropa y salí de la bo
elo ridículamente caro, el bordado de diamantes capturando la l
ta. Sistemáticamente recorrí el departamento, purgándolo de mi existencia. Cada libro
joyas, los bolsos de diseñador, el arte caro
bitación. Mi habitación. Sostení
ique -dijo, su voz una imitación suave y practica
s. Los reconocí de una revista que Bianca había estado
palabra. Mi fría conformi
rmario? -preguntó, tratando de l
n la cabeza,
toy en
eyó entender. Creyó que eran celos. Se acercó,
ahora sabía que era suyo, y solo suyo-. Después de la boda, ell
erpo se puso rígido de repulsión. Se incl
ó por mi garganta. Me arranqué de su agarre, tapán
confusión, la suave máscara de '
padre del niño que estaba a punto de abortar, y lo único que sent

GOOGLE PLAY