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5 ago

rta muy bien y relajado, de

atardecer, él se levan

, sale al pasillo y su guardaespald

x. Todo está casi list

del hotel, entonces Max aprec

ara terminar. -expresa, mientras ojea cada cosa a su paso-

paldas mientras ya han llegado y

ía! -Enseguida exclama al mirar cruzar un par d

, aunque sabes que no

aldas. Relájate, siéntate y

entusiasmado por la consumació

urre e

ño recorrido para contemplar la belleza

auguración, él se levanta de

ré que contratar mujeres urgentemente! Cla

osta, bien erguida y rígid

a, será después! Expresa con cierta decepción, pues no ha

n traje negro que le asienta muy bien a su co

al a su elegancia rociando su perf

irige al salón de

ntrada al lugar emp

sión hace la gran apertu

ta

dar el discurso, entonce

trellas "Tropical paradise", lo cual me llena de orgullo y satisfacción. El cual mis socios aq

ue es dominicano, el señor Martín Hernández, se acerca a él y les presenta a

sta periodistas y precisamente ahora lo guía para presentarl

ista Leandro González, uno de los

y encantado y e

nor para mí y ten

a, ja! ¡Estoy a sus ó

ya que lo mira muy interesado en conversar, pero Max no es

cerlo. Ahora, si me permite segui

e en seguir la

a mi hija, Alexia! -pronuncia c

uy impertinente su persistencia, pe

ento. Leandr

acá! -clama nuevamente el periodista muy em

ud de Leandro, un recién conocido hombre. Le d

la hija de este. Mira que es una hermosa mujer, joven, rubia y muy e

a cambiado drástica

Leandro! ¿El

ero ahora eso no le importa al magnate porqu

que se la presentaría y no lo dejar

mente, dejándolos solos porque "al fin y al cabo" era

otizado mirándol

ta y extiende su m

a! ¡Me llamo M

ella lo ha observado muy atent

guapo. Me llamo Alexia González. -responde ella con pica

l sentir una gran calidez y ch

marcharse porque el tiem

ocido! -expresa emocionado y su corazón lat

ue este encuentro planeado por su pad

or Max. Ja, ja. -le

. Eres muy alegre Alexia, e-e... -Él tartamu

da, entonces ve a su padre hacerle

despedirme de ti. Adiós, tal

agilidad, él sostiene

toy seguro de que n

la profundamente mientr

a su socio Martín y e

o quería dejarlo ir sin presentar

Eso ya no importa porque soy capa

le! Ja, ja, ya lo dejo. Me marcho, pu

sigue compartiendo con

ina la ina

erio

otel, Max se dirig

ero con Axel, pe

er!! -sin pudor alguno comenta e

nunca lo había visto

Qué le sucede?; ¿ya co

iodista, que él mismo me presentó. ¡Madre mía, qué herm

ujeres a su habitación! -insi

abeza, no quiero a ninguna otra mujer, ¡sol

iendo! -clama el gua

ntonces enseguida le orden

e me hagas una ci

garganta. -¡Señor! ¡E, e...! ¡

lote sus pensamientos mas perversos

encárgate de ir a primera hora

sponde el sumiso, pues no le que

a metiera a mi cama. ¡¡Joder, se le nota que un ambicioso d

e a car

se hombre se lo nota m

r, luego el guardaespa

bo y se da un ba

adre mía, Alexia, como me has dejado chi