va de Ril
ste pudiera darme alguna respuesta. Mis pensamientos giraban en círculos vic
Luca era un tipo de hombre que solo esc
él, tendría que ju
intentar domar a una fiera salvaje. Pero... era mi única oportunidad. Si con
na mujer entró empujando un perchero de ropa
a usted. Están separadas por día de la semana"
mandando ropa como
los conjuntos formales. Eran hermosos, caros, elegantes, per
a de escaparate, no una mujer de ver
helada. Entre las telas perfectamente ordenadas, desta
o?", susurré, sosteniéndol
de empezaba o terminaba aquella tira,
irme?". La voz grave y burl
só, mis hombros se pusieron rígidos y toda
inuó, con desprecio. "Eso no te ayu
la prenda sobre la cama y me di
lo que vi en tu lista de reglas, no te agrada absolutamente nada. Ah, y la lence
tes. Sus ojos fríos se clavaron en los m
gua amante", di
a y guardando la prenda como quien devuelve basura.
des, Riley?"
é desp
a mi hermana. Nada
re nosotros era casi palpable; podía escuchar mi prop
este absurdo matrimonio", continué, tragándome el orgullo. "Pero si t
y se encogió de ho
matando hombres o intentando no morir...", murmuró con indife
ió como fuego, pero la imagen de Emma
lquier co
actamente lo que quería: v
l archivo de la casa. Son cinco salas y décadas de papeles. Nadie se atreve a tocar
í, sorpr
mposible!"
quier cosa', ¿no?". Luca sonrió de lad
como si pudiera
te eches para atrás
te, y sostuvo mi barbilla entre los dedos
ada, si abres las piernas o las cierras. Pero... para tu suerte, soy un hombr
endo besarme. Pero giré la cab
alda y se fue. No tenía idea
-
polvo hasta las rodillas. Separaba pilas, abría archivadores moh
ontratos irregulares, registros duplicados, e in
orque tenía que ver a Emma temprano al día siguie
parado en
dije sin apartar la vista de los papeles. "Hallé documentos extraños
ondió de i
o eso?", inq
ntener oculto. Tráeme un portátil, voy a digitalizarlo
hí parado, mirándome con una mezcla
te de la mañana, un carro te llev
taba haciendo, m
cias
, aún no confío e
íes, solo... mantén a E
segundo más, y luego d
vez desde que entré en esa casa, sonreí. No para él, porque es
lví a la habitación, l
la corbata y quitándose los zapatos como
piensa hacer a

GOOGLE PLAY