earse una vez y nunca más. Estoy perfectamente contenta con la que tengo ahora". Aurora levantó su copa, co
apretaron alrededor del vaso antes de beberse el licor de un solo trago brusco. Ese distante y formal "señor Rockefeller" cortó más profu
a se instaló en la me
notar que tanto Grayson como L
das a cenar y charlamos un rato? Es solo una cena, una conversación amistosa. Si tu prometido ni siquiera permite eso, ¿có
le sirvió un vaso rebos
a levantó el vaso con un movimiento rígido
ron. Tomó el vaso de su mano
o un toque fugaz, pero que tiró de una cuerda enterrada. Viejos recuerdos se d
en el hospital con dolor de estómago. Grayson se había encargado de supervisar sus comidas desde entonces, asegurándose de que comiera a tiempo, mantuviera una die
osaron en Grayson, en s
ecía tranquilo y austero, pero bajo esa superficie pulida se ocultaba un atractivo
se sirvió un vaso de vino tinto. "Rockefelle
por completo, inclinó el vaso hacia atrás y
to de detenerla, se conge
se sentiría como otra deuda que nunca podría pagar. Cualquier calidez que alguna vez sintió por él había sido enter
ella nunca podría tocar. Ella era solo una chica de una familia modesta y no repetiría el error
se fue disipando. Ajenos a la tensión, Marc y Leland
rora sobre su propia soledad. Quedarse allí la haría p
a, ella aprovechó la oportunidad para escabullir
inio, eso era lo que importaba. No le import
asentaba antes de que su teléfono vibrara. Un solo mensaje apareció en la pa
er otra persona la habría descartado como un número equivocado.
, envolviendo el aire en un calor que se ro
que barrían la calle. Las gotas salpicaban sus tacones altos y se deslizaban por sus medias tr
cendió, revelando un rostro afilado como el mármol; guapo, sereno y observándola con
n no lo habían cambiado: seguía siendo el mis
ó el conductor, desplegando un paraguas negro. En silencio, el conductor caminó hacia ell
ún brillando débilmente por la lluvia; sus tacones húmedos y sus medias transparentes pegadas a su piel con un brillo de pálido calor. S
su toque. Recuperando la toalla, ella murmuró un cortés "gracias"
cusación. Era la prueba de que la intimidad que algu
ia que desdibujaban el cristal; sus dedos se apretaban distraídamente en giros lentos y rítmicos. Cuando finalme
e con la cabeza, indicando que aún
ortuga. El conductor avanzó suavemente el coche, los limpiaparabrisas osc
lpeteo de las gotas de lluvia. Tras una larga pausa, la voz
su expresión vaciló brevemen
era firme, pero su mirad
rigo. "Me trata como si fuera lo más preciado de su mundo"
ó como un reproche silencioso dirigido directamente a él. Su mano, que antes
espacio entre ellos hasta qu
s que pasaban, en lugar de indagar en la vida de Grayson. Habían pasado cinco años y él seguía habitando ese mundo e
la había comprado con ahorros minuciosos. Ella no se molestó en preguntar cómo había encontrad
su voz rompió el silencio. "¿Por qué no continuaste
us ojos. "Rockefeller, no soy el tipo de persona que se aferra al pasado. Una vez q
ijón silencioso que no
lamó por su nombre, "Aurora...". Su nombre quedó f
al oscuro y su voz fría como la escarcha: "Una vez me dijo qu
n firmeza y se alejó, con los tacones golpe
ensión se drenó de su puño cerrado hasta que cayó inútilmente a su lado.
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