éndose el rostro escaldad
piel al instante, deján
do el autor de tal atrevimiento. ¡Era Mateo, quien,
querosas palabras que H
ivo a intentar aprovechar
e pagar p
cil? -gritó Hayes, señalando a Mate
Voz de los Bancos. ¡
erminar la frase, Mateo le asestó u
ó una patada tan fuerte en el es
aldas al suelo co
a un carajo
taran, el hombre en el suelo ya estaría muerto. -¡Lárgate de aquí aho
enía ninguna oportunidad contra Mateo en una pelea,
furia y resentimiento. Mientras se alejaba, grit
é! ¡Todos ustedes m
cia Debby, con el rostro lleno
teo, eres un ingrato! ¿Te das cuenta de lo que acabas de ha
ítico va a hundir a nuestra familia!
su madre, Debby se quedó en
aba decepcionada por el comportami
opuesta indecente, pero esas cosas e
aberlo convencido de ne
había quemado por completo, y ahora Hayes debía con
e comenzó a dudar de su decisió
r su compromiso, tal como
o conseguirte el préstamo -dijo
as dices, Mateo? ¡Si ni siquiera puedes pagar los gastos médicos de tu ma
undo le entregaría cinco millones de
a cabeza,
Solo denme ci
Saulo, explicando brevemente la situación de la
s sería una cantidad insignificante para ofrecer como préstamo si M
s miró con una confianza inquebrantable. -Vayan m
servaron con incredulidad, como
desdén, Patty dij
rgonzarnos t
cosas y lárg
bienvenido e
deshacerse de Mateo, y es
r a Mateo. Se quedó allí en silencio, c
en mí? -preguntó él c
ella fue la única re
.. me iré d
Mateo caminó directam
ertenencias, abandonó la
ibido más que decepción de los miembros de la familia Coleman,
ido quedarse en
rió los labios, como si quisiera decir algo, pero al fi
salió por la puerta principal de
urdido, y no tenía ni i
oz alegre lo llam
n? ¿De verdad eres tú
ró, conf
te dulce y amable, corría hac
u situación, no pudo evitar que una sonrisa genuina
pañera de universidad y siemp
o ella, señalando un modesto barr
haces con es
camente me echaron de casa. No tengo
spués de todo, sabía que todo el mu
go por ahora? -sugirió con entusiasmo. Y antes de que él pudiera respon
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