oso. Al ver la furia en los ojos de Zoey, empezó a explicarse apresuradamente. "No
s. Si lo hubiera sabido, no habría mandado hacer la pulsera. Se arrepentía profundamente de no haber conseguido personalmente el
diamantes rojos en internet. Lo que encontrarás es exactamente lo
que le pidió a su amigo que comprara los diamantes. Si realmente hay algo malo con ellos, entonces no es su culpa. A diferencia de ti, al menos él se esforzó en conseg
Rylee, él nunca estaría a la altura del heredero de la Familia Quinn.
cuanto a estatus, era todo lo
fici
spiró hondo, tratando de contener su ira. Miró a Platt y dijo: "Lamento que mi esposo haya tirado tu re
n gran error. Ahora que la pulsera realmente es radiactiva, entonces Slo
", replicó Zoey
nojada, así que ahora era hostil hacia él. Si insistía en ese moment
s puertas de la residencia de la Familia Swain. Detrás le seguía un Maserati blanco nuevo s
caron un gran maletín del maletero del auto de lujo
informó a Rubén: "Señor Swain, tenemos visitantes afuera. Parece que vienen a
en viniera a entregar regalos, pero cuando escucharon que la plac
untó apresuradamente: "¿Está segura
propios ojos", respondió f
o invitado especial." Rubén tomó un
rent Sánchez, el hombre más rico de Linbourne
a y hacia el patio. Afuera, encontró
Ho
inesperado visitante y
errance Delgado, el mayordomo de Trent. Aunque Terrance era solo un m
actuó como si él y Terrance fueran cercanos.
l ceño y preguntó:
Soy el hijo de Shipley Quinn,
. No me i
ce lo interrumpió y lo apartó con un gesto, lo que a
a en Linbourne. Pero no era nada
sumir frente a todos. No esperaba
sus propias preguntas, d
a de regalos de boda y
las acciones del Hotel Gold. Un Maserati y una villa en Jardín soleado
rase que todos entendieron el
de propiedad y los demás regalos valiosos apilados dentro del maletín, todos quedaron compl
afortunada!" Finalmente, a
e Linbourne. Es tan generoso. Paislee te
lvides de nosotros
eunieron alrededor de
más hermosa de Linbourne. ¿Cóm
de que su hermana ya estaba casada, así que esos regalos de boda eran naturalmente para e
n sus ojos, lo que llenó su corazón de amargura. Los regalo
e creería si
n hombre como tú no puede hacerla feliz. Créeme, si te divorcias de ella, le estarás haciendo un gran favor." Paislee se acercó a Ryder, s
r dijo con tono sarcástico: "¿Estás
ápidamente disipó sus dudas. Se sintió avergonzada y luego se enojó de inmediato. Frunciendo el ceño ante Ryder, resopló: "¿Qué se supone que sign
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