img El corazón por el que me casé  /  Capítulo 2 | 8.33%
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Historia

Capítulo 2

Palabras:1042    |    Actualizado en: 11/11/2025

vista d

éndose frágil y delgado, un fantasma en su órbita frenética. No me había dirigido una palabra d

precipitó hacia adelante, sus manos

o est

una conmoción cerebral leve y una

a fija en la puerta, y cuando se abrió y Brenda emergió, pálida y delicada con un vendaje en la muñeca, su mundo se redujo a e

le. Era una sensación familiar, pero por prime

l pasillo por un largo momento antes de darme la vuelta y salir del hospital, toma

cada taza de porcelana, parte de un juego que Daniel me había regalado para mi cumpleaños, se me resbaló de las

sonrisas burlonas de Brenda, sino los pedazos rotos de un recu

ndo de rodillas entre

gustaba mi café, quien me besaba la punta de la nariz solo para hacerme sonreír. Una vez que me corté el dedo, solo un pequeño rasguño con un cuchillo de cocina, lo trató

brotó, goteando sobre el suelo blanco. Miré las gotas rojas, un marcado contraste con el mármol limpio y frío

que pensé que sentía por Alejandro? No. Era un espejismo.

de la tristeza: una determinación feroz y fría.

i mano en una toalla de papel. Luego fui a mi oficina y abrí los papeles de divorcio q

mi aboga

uedes enviarlos para q

ijo ella suavemente-. O dar autorización

ndro, mi corazón un tamborileo constante y uniforme en

Helena? Es

autorices a

terru

ora

la voz suave y emp

s ayudarme con esta almoha

nca, jamás, había escuchado de Alejan

ame arreglarla

para mí, la ternura ilimitada para ella. Fue la

de Brenda volvió, m

h, dile que dej

voz de Alejandro regresó, todavía

tu abogada que se encargue

lg

erminar nuestro matrimonio sin pensarlo dos ve

nsajero. Extendí los papeles sobre la mesa del comedor d

Solís. No De la Garza. L

ert

Nuevo León. Primera clase. El vuelo era para pasado mañana. Nec

a extraña sensación de liberación llenando los espacios vacíos en los armario

Parecía cansado pero contento. Vio mis maleta

-preguntó, un toque

cariciar mi mejilla, un gesto raro y displi

r lo de Brenda.

aire. Me miró, realmente me miró, por primera

ndro -dije, mi voz tan tranquila como un

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