img Mi Corazón, Su Repuesto  /  Capítulo 2 | 9.52%
Instalar App
Historia

Capítulo 2

Palabras:1826    |    Actualizado en: 27/11/2025

a Gar

pesado en mi mano, p

tomado una

e los medios, se rio a

a mi pequeña polvorilla? -Todavía me veía como

familia De la Torre. -Mis palabras eran tranqui

to de su parte. Luego,

-Su voz estaba teñida de s

s un paso lógico para Medios Garza. Una asociación estratégica. -No mencioné los

Empezaré los preparativos de inmediato. Alejandro de la Torre es un j

una ola de agotamiento me i

n poco. Hablaremos de los detal

olor crudo en el pecho. La habitación del hospital, que antes era un santuario, ahora se sentía como una jaula. Mi c

ustaba mis almohadas, cada uno de sus movimientos preciso y atento. Todavía se anticipaba a mis necesidades, un hábito arraigado durante años. Abría la persiana lo justo para que entrara el sol de la mañana, reco

a la habitación de Adriana al final del pasillo. Era un recordatorio constante y brillante de su v

l alta. Mientras empacaba las pocas pertene

beradamente casual-. Antes de ir a casa, quiero

fruncieron

segura. Especialmente

l y envuelta en una manta, apareció en el umbral

ir del hospital. ¡Damián, no puedes dejarla ir! -Su voz

iferencia endureciendo m

o desafié, mis ojos fijos en los suyos-. ¿O es q

driana, luego de vuelta a mí. La lucha silenciosa era clara.

desprovista de emoción-. Pero insisto en tomar toda

r favor! ¿Y si te pasa algo? No puedo quedarme sola. -Su v

as abandonadas eran notorias por actividades ilícitas. Era imprud

recordé, mi voz baja y fir

jo en su mandíbula. Cuando los abrió, el conflicto había

iana, su voz se suavizó-. Quéda

erior de Adr

, Dam

o firme pero gentil. Se apartó de el

sistido en venir, sus frágiles protestas se convirtieron en una obstinada resolución que de alguna manera siempre

ás lo suficientemente bien para e

nderse de Damián a Adriana, atrayéndolo hacia

de la emoción del peligro. Se trataba de cortar los últimos hilos de una relación tóxica. De dem

e eligiera a mí. Que eligiera mi seguridad, mi bienestar, por encima de ella. Pero la nueva Ximena sabía que n

a. Bodegas abandonadas se alzaban como gigantes esqueléticos contra el cielo a

l vehículo, Ximena -dijo, su voz tensa por l

por quién? Al salir, lo vi hacer una mueca, un pequeño gesto de dolor que rápidamente enmascaró

una pizca de genuina preocupaci

eza, restándol

ien. Sol

a, salió de la parte trasera del coche

, volvamos. Este l

me miró, su mirada escaneaba las sombras. Estaba en ale

cos de maquinaria vieja, el viento silbando a través de las ventanas rotas. De repente, mi pie se enganchó en un tr

on, atrayéndome hacia él. Se giró, protegiéndome de un trozo afilado de varilla que

cibió la peor parte del impacto. Se tambaleó, per

Su voz era ronca,

lante, su miedo por él eclipsando su propia fr

lo, se había puesto en peligro por mí. Una ola de em

espesa por las lágrimas n

ve sonrisa asom

sguño, Ximena.

ndo de tono-. ¡Míralo! ¡Está sangrando a c

apareció, vibrante y pulsante, apretándose alrededor de Adriana incluso mientras Damián me sostenía. Era un crudo rec

en mi pecho. No. Todo esto era parte de

voz plana, apartá

ravés de la bodega rota, desprendiendo una pesada lámina de metal

bueno. La lámina de metal golpeó su brazo ya herido, un clang sordo resonó en el espacio cavernos

sonido genuino y p

o en su pecho-. Ximena, ¿cómo puedes ser tan imprudente? ¡Mira l

pesadamente contra la pared, sus ojos escaneaban la estructura que se derrumba

n el peligro, en garantizar nuestra seguridad. Mi seguridad. Pero no era mi seguridad lo que realm

apartándose de Damián, sus ojos ardiendo de o

en su frente. Incluso en su estado semiconsciente, su brazo

tos desinteresados, estaba impulsado en última instancia por su perversa devoción a Adriana. No me había salvado por mí. Me había

ciente. Más q

. -No quedaba nada que probar. Nada que demostrar. Su lealt

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY