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Historia

Capítulo 7 Asesino del Alfa

Palabras:1874    |    Actualizado en: 30/11/2025

erla y de su cabeza cuernos de alce brotaron guiados por un destello ve

pronto saldrá, si tienes ingenio; haz que

o, pues las palabras salían

hago?

e que no hagas nada -desvió su cabeza al collar -¿Quieres volver a pa

mediato co

o, no quier

invadir tu cuerpo y e

s y solo deja que tus marcas florezcan, eres

de ser, no sabía cómo lo había hecho, pero de algun

o su s

garras, afilados colmillos sedientos de sang

ecer, cuando los primeros rayos de sol tocaban l

tierra que antes había quitado, Era una pequeña tumba, un pequeñ

e todo aquello de lo

ño páram

n solo unos días, Lord Ivan envió a sus mejo

madera de roble del mismo objeto, lanzó uno a uno

hermano del medio le lanzaron una silla que sin mayor problema recibió el golpe, no

l rostro, solo

nte lo hacía, pero ante la mayor muestra de lam

edor, quien sin ningún remordimiento mataba a quien l

ente y mechones revueltos entre sí, los ojos desorbitados

edaba de su escritorio des

llevándose su m

n, para llevarse el

beneficie la situación, la cual demostraba a parte de su

ué asesinó? -l

motivo para empe

o juré que mis días de asesinar habían acabado; me nació un deseo infernal por asesinar a su hermano, no era un buen muchacho, tenía rasgos defectuosos y cuando esta apunto de asesinarlo con mis pro

frunció

idiota que solo busc

etada fue en la

tomaron la mejor decisi

esperaba el momento justo en el que su padre leva

to pasara, con orgullo detuvo la mano de s

earme -amenazó -está buscando q

son

quiero

mi Lord -él sonrió

ontrarrestada po

najes que, de alguna manera, i

nado a su madre y detestaba ver

ros, ganándose la mirada de ambos hombres de una man

con solo ver su mirada

n perder la compos

sangre, podía sentir cómo sus dientes br

mirada que estaba

ntiendo, no es

ara hacerlo en cuestión de segundos,

nocente, y una bastarda, y en su c

tan a la perfección

l rastro de los niños, los lobos que acompañaron la búsq

abierto y respiraciones controla

e regañar a sus acom

y sus hijos solo podían observar des

ra? ¿Quieres que nos maten? -el herm

, la pequeña perra también se largó y no creo que esté

ibujos el cual su madre

ían formas, los ojos de cada bebé eran puntos, y sus

ran feos, pero impo

que no están j

die sabe quién es su madre, porque es su madre, y que tanto puede amarla. -Hizo una pequeña pausa -nos iremos en la madrugad

queño brillaron

sta, hoy nos larga

í s

tre hermanos se convirtió en u

nunca se

erminaran de empacar sus prendas, su padre los dr

nde lobos salvajes pudieran herirlos, fueron asesinados po

sustado, pero prefería matar a su sangre qué

, criaturas imposibles de domar, solo así, desaparecerían s

de la rama de un árbol como sus hijos son

lo nariz y dientes tan filosos como para arreb

tras esperaba como su carne se desprendió de

s sin antes haber sacado su

empacó cada hueso en una bolsa dirigiéndose a su mansión en una bestia similar a un

ior, y entre más rápido galopaba, los h

a noche oscura, el viento helad

a tan fuerte para lle

es se acercan a ellos y los espí

, pues su risa se transformaba en lamento cuan

criatura; sin embargo, s

nto solo asustó el alma quien salió despavorida, caras larg

enca del cráneo, lado a lado, brazos largos y delgados tratan de tomarlo, las uñas miden di

ballo, y en su gente causó temor, gol

rte lo estuvie

al llegar a la mansión, la dejó en medio del pa

n, y lo que había hecho, prendió con una antorcha las corti

l jardín la bolsa de dinero que había escondido, sintió un cor

de la mansión, mientras la bolsa

iendas del mismo, a quien no pudo

udaba baj

stura volvió a tomar camino, en

solo para terminar en busca de una pequeña muj

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