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: A
to no olí
stro metálico, casi eléctrico, que no tenía sentido en una
to hacia mí-. Y aquí. Y... aquí. Te lo juro, no vende
grafo se sentía demasiad
nombre en correos fríos. En este momento, sentada frente al contr
fidencialidad reforzada para análisis de riesgo y el
ado m
rafos interminables. Una línea se desprendió de
ódicos, incluyendo evaluaciones hormonales, y a informar de inmediato c
í el
-pregunté-. Pensé que era
encogió d
nio, los ataques de ansiedad... todo eso puede distorsionar tus análisis. Es
No decía "ciclo menstrual". Decía "ciclo" a secas, como si asu
a nuca. Aflojé la bufanda que usé pa
, mirándome con ate
asiado rápido-. S
ionado estaba helado. M
ajo, edificio enorme, contrato
hibición de hablar de proyectos. De usar datos para beneficio
cumento, un esp
empleada:
parecía ajen
r raro
ía del
peara. El aire se movió, trayendo un perfume os
r la cabeza para
poniéndose de pie-. No lo
uerpo sí. Lo reconoci
pareció encogerse, como si las p
a levanta
dos, tensión escondida en la mandíbula. Sus ojos ámbar
guien que sonaba tan intocable en los cor
oz tranquila que llenaba la sala-
rió, n
la letra pequeña asusta
ero sus dedos apretaban l
se acercó
ía. Y aun así, lo hizo. Cada paso hacía que el olor a á
l pulso en la garganta, en las muñecas, en lugar
, señorita Vega? -preguntó,
me voy a mi escritorio". En cambio,
ir-. Y esto de informar cambios de ciclo
idículamente expuesta. Como si ac
poco más en los míos. No
solo para ti -dijo al fin-
tra: como si estuviéramos hablando de algo
nte?". Pero el calor subió un grado y el perfume se me
ovechó el
ujando otra vez el documento hacia mí-. Oficialmente formas pa
esper
do por mensaje si "en la capital pagan bien". En las deudas
ue no tení
espacio
l bolí
ije, intentando que l
fi
a ámbar y tormenta pareció intensificar
labios se curvaron apenas, en una lín
lmente a Noir Hold
boca sonó a prom
ura de qué me
de credenciales, mi cuerpo seguía reaccionan
ás profundo acabara

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