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Historia
Mil Días de Mentiras

Mil Días de Mentiras

Autor: Gavin
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Capítulo 1

Palabras:1286    |    Actualizado en: 16/12/2025

to, Gerardo, era inquebrantable. Mientras yo construía una exitosa carrer

na racha de mil días en Instagram no era conmigo. Era

orzada, seguida de él echándose la culpa por un erro

resa, mientras él sacrificaba todo p

onrisita triunfante en el rostro-. ¡Y tú solo eres

a un humillante espectáculo público. Él eligió proteger a

y me fui. Pero esta vez, no regresaba a mi

ítu

amila Ce

temblaban mientras agarraban el celular, la pantalla era un foco cruel que iluminaba la prueba que nunca quise encontrar. La "racha de Ins

pero las imágenes estaban grabadas a fuego en mi mente: el celular de Gerardo, desbloqueado sobre la barra de la cocina, el contacto "Karla S

caí al suelo, abrazándome a mí misma. Quería gritar, pero no salía ningún sonido. El dolor era un peso físico, oprimiendo mi pecho hasta que me costaba

tarde sin explicación, una mirada rápida a su celular cuando vibraba. Yo las había ignorado, las había justi

rardo. Mi corazón dio un vuelco y luego se hundió. Estaba

esa mezcla familiar de preocupación y orden casual, la que si

u mano en mi brazo, tratando de le

ano de un manotazo. Las palabras fueron un

ué era lo mejor para mí, o eso creía yo. Me levantó en brazos, cargándome como si no pesara nada, justo como

, Camila. Siempre lo has sido. Necesitas calmarte. -Lo dijo con tanta facil

abía una delicada taza de cerámica hecha a mano. No era mía. Era demasiado pequeña, demasiado feme

za? -pregunté, mi vo

molestia, cruzó su rostro. -¿Ah, eso? La dejó

yecto -repetí, las pal

abeza me palpitaba y la habitación daba vueltas

pájaro distintivo y agudo. Era el tono de llamada

lular en el bolsillo. -Tengo que tomar esta llamada.

on por el pasillo. Estaba sola de nuevo, ab

illas. Sabía que no debía, pero no pude evitarlo. Mis dedos, aún temblorosos, teclearon su contras

corazón, confesiones nocturnas, chistes internos. Palabras que solía decirme a mí. Apodos cariñosos, afectos susurrados. La llamaba "mi pe

proyecto, hasta los mensajes verdaderamente condenatorios. Fechas y horas que coincidían con sus "noche

semana pasada, un día que me dijo que estaba "demasiado saturado" para llamar. "Sol". Igual que el nombre de conta

nta? Todos los cambios sutiles, el distanciamiento emocional, las excusas para no visitarme. No eran sol

o al inodoro antes de vaciar violentamente mi estómago. Sentí como si estuviera expulsando d

amándome, teñida de una nueva urge

mano. Era para Karla, lo supe instintivamente. Probablemente la había olvidado cuando sa

uelo precipitándose hacia mí, y luego sus brazos, atra

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