img Cinco Años, Un Voto Forjado  /  Capítulo 1 | 10.00%
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Historia
Cinco Años, Un Voto Forjado

Cinco Años, Un Voto Forjado

Autor: Gavin
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Capítulo 1

Palabras:1294    |    Actualizado en: Hoy, a las 10:41

a devota que ayudó a Alejandro a

lesión fingida, él le entregó el collar de diamantes que era para n

stro en el pasado hacía que las tormentas me a

rorizada por el extraño que conducía

adera -se burló-. No arru

ver a casa y descubrir la traición final: Alejandro

sposa. Solo fui un reempla

cupado consolándola,

a de matrimonio falsa, hic

su error y vino a rogarme de

ítu

vista d

jos, usualmente tan cálidos para mí, se clavaron en ella mientras él aferraba el collar de diamantes que yo

odigio del golf que había cambiado sus palos por un imperio tecnológico. Lo lev

eso! -grit

tiene! -inter

abía sido su esposa, su apoyo constante mientras construía su negocio desde cero, después de que se a

elta en el campo, ganan

stal? -le susurró una mu

separables. Prácticamen

conocían. Alejandro, el profesional experimentado, y Cristal, su alumna estre

jer, ajena a mi presencia-. Ella era solo una chi

n aleteo teatral, y Alejandro, todavía en hombros de la multitud, extendió la mano instintivamente. Sus

labios. Él le devolvió la sonrisa, una sonrisa genuina y libre de cargas que no hab

e la mujer a mi lado-. Tod

historia compartida, historias de las que yo era una simple espectad

és de que ella se fue? -intervino otra v

agregó una tercera persona-.

mundo, o al menos este torneo, y aquí estaba ella. Mi cora

se salía de control. El frío acero de la mano de un extraño en mi brazo, las amenazas susurradas, la lucha frenética. El est

embargo, cuando le rogué que instalara un sistem

vo conmigo -dijo, con voz di

a pesadilla particularmente vívida, simpl

eño, cariño. V

ilada. Para él, mis miedos eran una inconveniencia. Las necesidades de ella, su pa

ve. No lloraría aquí. No ahora. No frente a esta multitud, a

urar, sin malicia-. Siempre se ve ta

ía. A la deriva en un mar de su pasado, u

rememorando-. Le enseñó todo lo que sabe, y luego

legó Sofía y lo cuidó hasta qu

e en mi estómago. Había construido mi vida alrededor de él, lo ayudé en su transición del golf a la tecnolog

Mi voz, cuando salió, fue

eja

demasiado ocupado mirando a Cristal, con una

enté de nuevo, má

focados por un momento mientras se posaban en mí. Un deste

de Cristal, pero no del todo. Su man

blando a pesar de mis mejore

leo desesperado. Necesitaba que dijera mi nombre. Neces

que ahora miraba hacia abajo con recato

sponder, uno de sus viejos amigos

campeón? ¡Para darle conf

aron en el aire, s

la anoche -agregó otro amigo-. Corrió a consolarla

a dejado plantada para la cena. Dij

para el regalo de aniversario de Sofía, Alejandro? -pregunt

n el aire, una acusación cruel y pública. Los susurros comen

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