vista d
ndose restalló en el silencio de la ma
i respiración, fingiendo el papel de la e
ó en la h
e Kiera flotaba en el aire, mezclándose co
sofo
hundirse cuando s
iolencia de su oficio, apartaro
or una falsa ternura que hizo que se me revolviera
tir
as -añadió, como si mi dignidad pud
respiración se vol
minutos más, solo
te, abrí
a no me asustaba; la verdadera
mis pies descalzos silencio
i al
l est
siempre había e
que hay ahí dentro -decía siempre, y yo, la tont
rotegiendo
dad brillaba con u
mi cum
ro
estro an
ro
visualicé al ni
ner unos c
cha del "sabo
cinco
echa de ese
n suave pitido y la
ra sonó como un dispa
é la puerta
olía a cuer
que busc
mente planeaba rutas de contrabando, yacía u
a
me sacó el aire
idos de blanco, de
una a
una
la pá
pa
la despiadada Eleanor, soste
un orgullo que nunca
a al bebé como s
voz quebrándose de dolor-. Eso e
computado
ña era la m
las carpet
idad etiquetada
e
a su n
del certificad
Ivan
Kiera
la carpeta
hojas de cálculo, y la b
asma a nombre
de cientos de miles de
inanciand
por el hijo ilegítimo, por la
era solo u
arqui
n, y luego habían conspirado para reemplazarme po
que le había quitado al bolso de
la usaría contra
n sobre el tecla
to
de
tos ba
ro clavo en el ataú
al 100%, arranqué el USB y lo esco
a puerta con llave, dejando
, mi teléfono vibró
e de un númer
la im
ería, sonriendo como la familia pe
o, un
e. Disfruta de la cama mientras
er
llo
an para la muje
o al monstruo ahora so
an, subiendo y bajand
en, espos
espierte, tu mu

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