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Historia

Capítulo 5 Capitulo IV

Palabras:2109    |    Actualizado en: 03/06/2021

mpresa ya que había tráfico es

ara llegar a la empresa

os por llegar solo

u pago y muchas gracias—D

por algunas tiendas y me detuve para ir a comprar una bebida.

guir caminando por aquellas calles tan hermosas entre edif

. La brisa ondeaba mi largo y oscuro cabello, tomé asiento en un banquill

eza para dejar que el radiante s

er nuevamente e intenté abrir

genes pasaron por mi mente, lo que parecían se

o hondeaba en el viento, pude reconocer el rostro de mi madre la cual sonreía plácidamente al verme, y a

mbre? Mi madre est

o de mi celular. Llevé mi mano a mi mejillas palpean

toy llorand

s y llevé mi mano a mi bolsillo y saqué mi celu

respondiendo

stas bien?

. Estaré allí en unos minutos.—Dije comenzando

dado—.Dijo para lue

mi madre, ella se merece todo... siempre ha estado a mi lado en las buenas y malas como un

e prisa. Varios minutos después, llegué a la empre

tardes

tardes

a, ¿Tienes alguna ocas

mosa?—.Dije colocando

iferente con un brill

Sonreí—Pero, ya tengo que irme—Di

llo es de color negro al igual que sus ojos, los cuales c

as buen d

, las puertas del elevador se cerraron muy des

oportunidad de tener

a la oficina de la sra Danna; llamé a su puert

ante!.

con un tono

cina, encontrando el asiento de

a, lamento la tardanz

an.—Respondió la

etros del escritorio de la sra

, pensé que tal vez había sido un error, pero todos mis

irar lentamente, hasta dejar ante mi a

ales parecían luz de luna en una tenebrosa noche oscura; su sutil piel blanca se dejaba apreciar perfectamente gracias a los pequeños rayos de sol que se fil

vista de aquel hombre ante mi, mientras mi c

ce una hora.—Explicó s

mi hombro izquierdo se hizo presente, obligándome

Preguntó coloc

r el dolor en mi hombro.—Me pareció escu

o estoy yo aquí.—Dijo ace

ombro parecía dis

anna para pedir intrucciones.—Dije dándome vuelta

s?—Preguntó posando su

refieres?

me enseñarías las

mento haberlo olv

se acercó a mí y se detuvo s

i oído.—Te dije que p

no logro acostumbrarm

completo al ver sus ojos, una extraña sensación de deseo i

guntó alejándose bruscamente de

uesto.—R

uedo creer que realmente desea

aminamos al elevador y sin notarlo el dolor en

s, los pasos de Damián llamaron mi atención; giré en su dirección y me encont

sonriente.—¿Me cont

e?—Respondi desviand

as contarme, si te animas puedo contarte un s

te no tengo nada interesante que contar, a

vertido alguna vez?—Pregunt

e con sus misteriosos ojos grises, los cuales llama

refieres?

, pero justo en ese momento el elevad

o!.—Exclamó salie

hacia las oficina que se e

nseñaré las pr

que hacen aquí?—

tros productos, es por eso que todos d

n tanto silencio.—Dij

ientras explicaba un poco más sobre las ofic

subimos nuevam

no morir de aburr

jo no tengo tiempo para el abu

mi corazón se siente inquieto y mi cuerpo tiembla levemente, mientras u

ndo la cordura, tal vez es por lo poco q

ndo ante nosotros un extenso pasillo. Ambos bajamos de

s?—Pregun

logos.—R

pasamos a la parte diver

del tiempo divirtiéndote no podrás hacer adecuadamente tu trabajo y para muchos en esta em

continúe caminando, mientras sin ningún e

omándome del brazo.—¿E

o estoy.—

to.—Dijo liberandome de su agarre para tom

cerraron y me fui imposible mirar el n

y cerca de mi.—Dij

un problema.—Comentó mi

y segura que menciono la palab

te refie

so dolor en mi hombro, lo que me obligó a sujetarlo

entras un fuerte mareo me hací

onrisa en su rostro, mientras me sostenía en sus

l elevador parecía no haberse detenido, pod

na familiar voz de

parán en algún tipo de hipnosis, podía notar en mi nublada visión los labios de D

xcepción del dolor en mi hombro, me reincorporé nuevame

reguntó aún cer

s manos al rostro de Damián y como si se tratase de alguna hipnosis me acerque a sus labios deposi

usurró Damian al separarse de

dad de sentir nuevamente los labios de Damián unido

razos alrededor de su cuello y mi respi

idad se apoderó de mi mente, dando

ras colocaba una pulsera alrededor de mi muñeca, una extraña gema

Violet.—Dijo la voz de aquel hombre

rvé a mi alrededor para encontrarme con lo

nde me encontraba y confirme mi teoría, m

¿cómo te sientes

e vuelta un poco confundida ya que s

l salir del elevador, así que te traje aquí.—Explicó—Te

estoy segura de todo lo que sentí y de

las puertas del elevador, pero tal vez todo fue un sueño ya que últ

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