a límite para su emoción. Esta noche perderá su inocencia. Toda su vida estuvo preparándose para este momento, le enseñaron a caminar correctamente,

que no ocultaban su dignidad juvenil, esperaban que se anunciara su nombre y estaban notablemente nerviosas. Diana sabía que con su aparien

hicas demuestran sus habilidades desarrollando números de baile o gimnasia. Diana escuchó las voces, el público gritando, discutie

sonrió y se volvió hacia el público, demostrando su elegante paso. Se anunció el precio de salida y la habitación volvió a ser ruidosa.

rmosos pases de ballet en el aire y

ilibrio y la capacidad de pararse sobre una pierna durante mucho tiempo, luego mostró arabescos, insinuando a un

l final de su actuación, se sentó en un split, haciendo una rever

a perfecta para quien la comprara. Pero la pobrecita tenía mucho miedo de poder poner en práctica todo lo que le habían enseñado ¿Qué pasa si su cli

o esto, Diana trató de disimular su preocupac

o pudo ver quién hizo la última oferta. La ansie

anera calmarse: ¿quién sería el hombre que la iba a privar de su inocencia? Intentó no pensar en lo malo y aceptar lo inevitable. Después de todo, ¿quién era el

s hablaron de sus clientes, se despidieron, hicieron planes, soñaron. Di

amiento inesperado, como si un rayo golpea

para la subasta, comenzó a hacer preguntas estúpidas, muy

ombre?” Comenzó, entrando con c

extranjero, pero dicen que hay quienes se compran una nueva esposa cada tr

más a Diana y optó por esperar su destino al mar

fuera el valor más alto para él! Para que él pudiera proporcionarle buenas condiciones de vida, sin castigarla más de lo que

participaban en la subasta era de 75 años. Diana asumió que casarse con un hombre tan anciano o ser su concubina era la peor pesadilla para todas las pupilas de la ‘escuela de doncellas