ver la impotencia en los ojos de ella, m
brigo para que su rostro no se viera e
Ah
pegaron del suelo, y por miedo a caerse, Luna
que la volvió a excitar, pero esta vez ya no pudo contenerse, así que comenzó a masajear su cuello
el abrigo, no podía ver ni escuchar los c
! ¡Qué atrevid
quién es la mujer que lleva en brazos?
de una familia pobre y an
en que Silas nunca tendrá un
y miró a la mujer en los brazos de Silas, y gracias al vestid
rechazó, ¡estaba ocupada
per
y su corazón se turbó de emociones contradictorias, pues, por un lado, estaba fe
orque lo único que le preocupaba en ese momento era acercarse a Silas, i
orme que había en el salón. Entonces, sin deci
?", pregu
uave y ronca de aquella mujer, y en ese instante dud
rarse tras de él, pues su padre había hecho todo l
s cosas iban te
lugar si después la dejaría sola en
no sabía qué hacer para saciar su lujuria.
dedos tocaron la alfombra, sus ro
có en su cartera y con una mano temblorosa sacó un pequeño cuch
vestido hasta caer en la alfombra en forma de pequeñas gotas,
cias al dolor punzante de la herida. Ahora las
de Owen, junto a su dulce sonrisa
lla se llenara de determinación, y a
virginidad para que Owen la
ilencio a la contrariada mujer apuñalarse y llorar mientras golpe
chillo una vez más, pero esta
lear. Inmediatamente se puso de pie de forma abrupta, tanto as
sacó su celular mientras observaba
rt a la persona en el otro lado de la línea, y luego colgó la llamada. Enton
lado. Al fondo del armario había una puerta pequeña, y cuando la vio, Silas vaciló un momento mientras su mano se cern
puñadura del cuchillo, y con un leve temblor, lo puso en alto para apuña
pues dentro sentía un deseo desenf
rto, lo que dejaba al descubierto su blanco pecho. Aunque la mitad de su rostro estaba cubierto por la máscara, era evidente que aquel varón era terriblemente apuesto. Entonces, él
na recobrara un poco el sentido, así que t
e ib
y nece
suelo cuando de pronto una
en esta habitaci
ntes de que pudiera indagar más en el asunt
ró fijamente al hombre con la máscara mientras se movía de forma inquieta, sin percata
aliva y trató
a con vehemencia y caminó hacia Luna,
ascarado se acercaba a ell
por la mente de Silas, pues de repen
a mujer, sacó su celular o
al resort. Ven directamente al saló
ea, pero luego Silas respondió: "No es para mí. Yo estoy bien. Solo
e alivio tras escuchar aquel
desvanecía nuevamente, así que apretó lo
a de lo que Luna había hecho, por lo que s
nta levantó su mano y secó sus lágrimas, pero cuando rozó su mejilla
a expresión de él
do estaba a punto de perder el conocimiento, extendió sus manos y abrazó el cu