frambuesas, Dorian no podía decidir si era
icado y electrizante cosquilleo que se concentró en el preci
llo color vino tinto que descansaba desnuda sobre su cama, mientras él marcaba de forma perezosa un camino de besos d
de aquel beso en algo amargo y frívolo
de reprocho, sus ojos envueltos por el salvajismo de la noche b
partarme… Dorian — dijo ella, mie
gesto de enojo mientras intentaba asesinar
e no quiero nada de contacto físico en el contrato
la lengua sobre este, para dar énfasis en lo qu
lado y regalándole un guiño mientras se deslizaba en su departamento— T
darse cuenta que una completa extraña a la que acababa de be
e había pasado por algo; sin demorar mucho ti
contraba sentada en un mullido sillón de
ganar tanto dinero?— dijo Daphne recargando sus larg
molesto por el beso mientras dejaba la valija
s ojos por la habitación, examinando
ser tu pareja, eres muy guapo y asquerosamente rico… ¿acaso tu
ante su pregunta, pero decidió no dejar el brazo a t
ahora levántate de mi sillón de inmediato—
tura, descansó sus pies en el suelo y su espalda en e
os nuestro querido acuerdo de confidencialidad ¿No l
ontrato entre ellos, el acuerdo que le decía lo que
ajo que se te solicitó?— volvió a d
anto a ti como a mí, luego crearemos y firmaremos nuestro propio contrato, para que por fi
as palabras le generaron un n