img Besos de Medianoche 2: Caos  /  Capítulo 4 Capitulo 3: | 14.81%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Capitulo 3:

Palabras:2069    |    Actualizado en: 13/07/2021

estrozado guiaba su caminar de for

ntar a su padre, quien de seguro la mataría a golpes por arr

l puente, cuyo caudal de agua que corría de forma perezosa debajo de este,

pisar en un lugar equívoco, Elena asomó su melena dorada más allá del barand

das manos, ella expuso por completo su cuerpo hacia ad

ía una muerte más misericordiosa, en comparación a la que le daría su

su destino estaba sellado y s

ro anguloso hasta caer en el río bajo sus pies,

la belleza que desprendía todo su ser. Se odió a sí misma por no haberse enam

l sol. Incrédula por no haberse percatado de aquella solución antes, apart

vueltas a la idea en su cabeza, sopesando cu

o con

el contrario, estaría orgulloso ya que

siempre, con una vez sería suficiente, después de todo, no era

ar a un hijo y su madre, solos en la calle, desprotegid

ro, Elena se alejó del puente, hilando el

--

sar aquí la noche?—insistió Dori

lograba tenerlo a su lado,

n, se mantuvo fir

ma y procesar todo… aunque si necesitas que me quedé lo haré—resp

o. En otra circunstancia eso le parecería de lo más normal, sin e

e regreso, se está haciendo de noche—min

próxima, aprende a mentir—contestó Aiden

para despedir a su hermano; un abrazo y un saludo más tarde

bajando y el vago rumor de los autos desplazándose en las c

a y miserable era mi vida antes de ella?—dijo el

ermosa mujer cuyos ojos parecían la invocación de la noche más profunda. Sin embar

la presencia de Daphne a su alrededor, aún así, con la mente

na vez más frente a ella,

dónde decidió que pasaría la noche, después de todo,

relación que nunca existió?—susurró con los

tristeza que padeció con la muerte de su madre, sin embargo, está no se comp

su mente de la cruda realidad, cuando el estridente sonido del tim

uera Daphne detrás de la puerta, sin emba

ga emergiendo en sus labios carnosos, el millonario caminó hacia la entrada,

iedra se hundía en medio de su pecho, y la vaga sonrisa

trada, cargando una mochila

o, aún más de lo usual, la piel bronce

e logró pensar Dorian, antes de que el agen

ldas y sacó un cigarrillo de su chaqueta d

icó el agente, colocando el cigarro en sus l

algo muy malo estaba ocurriendo, no e

se saltó un latido

llonario al instante con no

demoró sólo un instante en leer el motivo

explicó Luca haciendo una pausa para dar una larga inhalación al ci

el millonario, quien sintió como el

ue te quieren casar?—bromeó Dorian, comenzando a

cigarro para acabarlo, luego dejo la colilla de este en lo que pa

das… hablo de cazar como un maldito animal. Me quie

rrillos—.murmuró Dorian notando como consumía este co

ocurre. Cuando venga Daphne pensaremos en algo mejor—

l millonario podría haber estallado de felicidad, sin emba

os y adornos, para examinarlos durante un instante y devolverlos al

ner miedo, eres Luca Lee, inteligente, atractivo y muy audaz, puedes logr

ego de que me disparen en la cabeza con un rifle—respondió el hombre ar

r favor no lo hagas arruinando mi jarrón favorito

os color cielo tormentoso, se detuvo en seco para

si tienes un pésimo gusto?—se burló el agent

amos de las personalidades y no las apariencias—respondi

y arrojándolo nuevamente al jarrón, sin embargo, no prendió otro—¿Qué hac

antes de calar en la mente del millonario, por

hombros del agente se elevaban con desdén continuó—Leo, eso me distrae del present

ó. Por el contrario, como si no los hubiera notado hasta el momento, el age

s—ronroneó el agente tomando el lib

portada— respondió el mill

eyendo los títulos desde el lomo de estos sin mucho interés. Sin embargo, uno h

anturreó el agente tomando el libro en

quirieron un tono similar al del fuego, mi

Dorian, intentando aplacar

o preocuparme porque tengas un cuarto rojo escondido en el departamento?—se burló el a

e un cuarto sexual, sin embargo una verdad se

leías este tipo de historias—retrucó el millona

hombre de ojos color océano había des

a ese tipo de historia

comenzaron a reír

de la noche leyendo lib

ó que su cabeza tenía precio,

ndo la compañía del otro, la llegada de la mujer cuyos ojos

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY