img Ciegamente Mío  /  Capítulo 3 3 | 15.79%
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Historia

Capítulo 3 3

Palabras:2401    |    Actualizado en: 06/08/2021

staba durmiendo y él estaba acariciando su cabello negro. El pequeño

ocos días que su hijo se había ido a la escuela, regresara teniendo esas crisis o que estuviese llorando. Frederic

Aiden, quien se mantuvo en silen

acariciar su cabello—. Me ocultan co

No te estamos ocultando nada, mamá. Adem

ión—. Como por ejemplo, decirme que no ibas a ir nunca a la escuela y ahor

mamá —tomó la mano de Aiden— No te estamos ocultando algo de vida

la mano de su hijo—. Y voy a sa

ultando algo? —ladeó la cabeza—. Papá te ama,

ndo llega y se va a correr al bosque para que los olores de su cuerpo no lo del

s sociales. Se quedó pensativo durante unos segundos, preguntándose si Yeray

o a Zac por ser tan metiches. Estaba a varios pasos delante de ellos, ahora debía de hacer su parte de la apuesta para tener al menor en sus garras. Jace sie

habitación de su hermano—. Mamá ya sabe lo que inte

ue terminarías mal —se sentó—. Yeray es mío, si

esde cuándo

ú te haces el estúpido para ignorarlo —se colocó frente a él—

e ha hecho nada como para que estés jodiéndole la

s—, pero para que estés más tranquilo, lo dejaré en paz, no lo

ué h

de mi habitación o le dir

placer verte caer por alguien como él, pero para que veas que soy un buen hermano, no me voy a meter en tu vida con ese om

no lo voy a repetir más. Ezra salió de la habitación

mantenía recostado para evitar que alguien lo viera o mejor dicho, que Frederi

e cumplir la apuesta? —Colton se

as cosas irán lentas —suspiró—. Mi he

angre —Theo se puso a su lado

importa que seamos familia, sólo es sexo y nada más, no hay de qué preocuparse —se e

ón—. Si alguien se entera puede llegar a

de clases—. Nos vemos en el rece

ada. Tomó a Yeray del brazo, viendo como todos los libros que su h

para tomar sus cosas, pero su brazo fue ap

mpañeros de clases que iban

élta

Yeray y los dejó sobre uno de los escritorios que estaban

esa forma —hizo lo pedido por

ba a unos metros de él—. Quiero hacer las cosas bie

tu hermano lo haré —se encogió de en s

que te alejes de él —pegó su pupitre al

rmuró—. Ni siquiera sé a dónde

las piernas del menor—. Sé muy bien el efecto qu

e Jace de su pierna—. No me gust

jilla de forma lenta—. Eres muy hermoso y fácil de

su cabeza, el profesor no había llegado aún, por lo que buscó la forma de salir de ahí. Tomó al menor del brazo, y lo sa

aquí? —arrugó la nariz al sentir el olo

que no hubiese nadie—. No te traje par

ído a este lugar? —mordió su l

scando el lugar más alejado de todo

ar? —trató de quitar la mano d

como eso —lo estampó contra los casilleros—. Acabas de compr

tiene q

cadera hasta su pecho de manera l

cogió—. Por favor,

go más que amigos —el omega asintió, cohib

Sonrió al sentir lo tenso que se encontraba el menor, el ni

os morderé tan fuertemente que no podrás comer por lo hinch

locó una de sus rodillas entre las piernas del menor y lo obligó a quedarse quieto y a cooperar. Sacó la camisa de entre

el rostro para alejarlo—.

dió la nariz de éste de forma leve—. No

quedase sentado sobre una banqueta, tomó el rostro del menor entre sus m

—lo ayudó a ponerse de

que nos de

ojó—. Camina, y trata de arreglarte el uniforme si no qu

o pudo y también su cabello—. No me dejes aquí —dijo

y el cuello de la camisa—. Ya está todo bien ar

—rodeó el brazo de Jac

ara lo que quiero hacerte —se pasó la lengua por los labios

ó del aula donde estaba co

bajito, y se giró hacia el ami

tó de regreso—. ¿Estás obligand

aquí, te quiero presentar a mi nuevo novio. Yeray, él Zac, el novio de mi hermano, aunque digan que no son nada —el

osa que has visto en tu vida —tomó el brazo de Yeray y lo alejó de él—. Aléjate de

uerpo—. Por si no te habías dado cuenta, no tiene una sola marca de golp

sus garras y colocarlo detrás de él—. Descubriré que es

a a clases —Yeray interrump

fin y al cabo estamo

había dicho. ¿Desde cuándo eran novios? Ni siquiera había salido del trance después de los besos que se dieron en los vestidores, no entendía

reguntó de golpe—.

ue creo que es buena idea que seamos novios —se detuvo frente al salón de

menos que se repita lo de hace un rato —quitó la mano de su cu

Pe

ta—. Lo siento, pero no puedo confiar en alguien que hace unas semanas

tanteando las paredes y dejando

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