baba de ser convocada. Todos estábamos con las manos sudando, no era que no estudiara, de hecho, odiaba los exámenes sorpresas. Había pasado dos minutos desde q

que me c

se sentó junto a Dante, al parecer eran muy cercanos o ya se co

intieron mi mirada, porque ellos me miraron. Inmediatamente dejé de verlos y me puse nerviosa,

as sudando —Judas

o a ese par susurrarse cosas,

te mundo, que no sea eso. Porque lo mataré. ¿Cómo se atreve a pasarle las respuestas a un c

de que solo sea un recado de

debo de saber con quién se verá. Dante esta como un tren

u

es las esp

quiero. Y al que quiero ahora,

aginación de Judas, e

, el chico estaba bueno, de lo que sigue de bueno. Pero no se veía co

l instituto, no habíamos hablado en ninguna ocasión, solo unas cuantas miradas, ya que estar cerca de su presencia me poní

viéramos como un ángel caído, llevaba las mangas de su camisa arremangadas hasta el codo, la corbata estaba deshecha, y most

o abierta, me saco de mis

estamos

lo estábamos, el profesor llevaba bajo su regazo

i cabeza en

mos jo

n sor

*

as preguntas que hacía eran lóg

, he cagado en más

No recordaba la respue

es obvio.

que el profesor dijo que era lo más cert

untas erróneas, entonce

resultados la p

ras debemos ir p

ero de

na era día libre de escuela, debido a una junta general de profesores del instituto, nos había dejado

á, ella sabía lo que me esforzaba p

o a la un

nde Judas ya me esperaba con su auto. Ma

sta

asta el fin

reím

antros de la zona. Obviamente, mi amigo tenía preferencia en lugares, y solo necesitaba saludar

s que estuvieran en esa fila esperando para entrar. Estaba feliz, por al menos tener un poco de recompensa

endo mi re

ugar, y nos pide dos cocteles. En la sala, hay más personas, conocidas para Judas,

e acerca a nosotros con una copa en mano. —Parece

estra clase. Pertenece al C. Es amigo de Judas, pero no mío. Ap

fue un golpe bajo de p

mejor que pude, salud por ello —chocan c

nosotros —choca mi copa con la suya. Le doy una s

uando h

Qu

que se da cuenta

a sabes, que le importa mucho su estatus. Así son la mayoría del instituto.

é, bebé. Por

—No cabe duda, que es

a car

emos a nuestros asientos, decido pedir otro coctel, mientras Judas se dirige al baño, yo me acerco a la baranda para mirar abajo a las personas bailando, mientras tomo mi coctel. Mis ojos barren el lugar hasta llegar al otro lado de la baranda, un chico está mirándome.

go llega conm

lguien que

cr

e pasar aq

de que te lleve a casa. Tu

reloj, e

uto. Dos motos se estacionan delante de nosotros, los chicos van vestidos de jeans y chaquetas negras de cuero, se

amos embe

moto, y la otra le

a su mano para llevarlo hacia atrás. Ese mero gesto, hace que todas las

jo la noche. ¿Qué h

r a Dante, su belleza

lugar —responde

Cu

ek. La fiest

resencia hace unas horas

—pregunt

a. —recuerda el

ro nuestra presencia ser

esopla Dante. —¿Tien

lado, que hace que se

ón. Conoces la dirección Judas

salieron, se montaron detrás de l

nde había venido? ¿ahora me interesaba Dante? No había cruzado palabra con él desde que entró a nuestra clase. Era el chico que solo se sentaba detrás de

para

s al auto y

*

ugares. Me encantaba la fotografía, así que tomé mi cámara profesional y fui por allí tomando fotos encantad

Natalia,

en parejas y amigos. Tomo unas cuantas fotos, que creo son a

ta la cintura, su cuerpo es curvilíneo que a cualquier hombre haría suspirar por tener en sus sabanas, su rostro es angelical. Me ha capturado el ve

ta. Se que me veo como a una acosadora, pero dios mío, deben de

ración y unos pocos con lascivia, detesto ese tipo de miradas morbosas. Ella entra a una librería y compra unos libros de dirección de empresas, no se ve cómo el tipo

do creer que he seguido a una chica, solo por fotografías pe

uejaba. Amaba las películas producidas por ellos. Entonces entendí, que vemos personas y no sabemos lo que esconden en el interior, solo percibimos el exterior. Al principio que la vi, creía que er

ado mal, así que prosigo caminando. Pero de nuevo, la voz llega a mis oídos, y eso me desconcierta. No hay nadie a mi alrededor, la chica desapareció de mi vista ya hace unos minutos, por eso he decidido regresa

e, he tenido clases de autodefensa en este tipo de situaciones, mamá creía que era necesario por ser mujer, lo cual somos seres vulnerables, aunque esa es otra historia. Mi corazón latía a mil por hora, no puedo negar que no estaba

estúpida. Nadie va a respon

enc

sta alguna. —He llamado a la policía, vendrá en

olo fue mi imaginación, y eso que tengo m

, diviso tres cuerpos que están forcejeando, debido a que mi vista no es

irme. Alguien necesita mi ayuda, y no puedo abandonarla. Cierro los ojos y recuerdo el mismo momento de hace años. Eso me da más fuerza, alimenta mis demonios para vencerlos ahora. Es

Y! —

ás. El miedo que les tenía antes ha

o. Aprieto los puños.

EJE

isar más o menos su rostro, pero debido a la oscuridad y

—sostengo el bastón en mi

¿Pegarme con eso?

mata

en mis labios. Eso no

e, maldi

illas, golpeo fuertemente que lo hace caer. Su amigo viene a mi como una bestia, pero estoy preparada para el tercer golpe. Mi bastón golpea su cabeza y estómago. En

cuando mi pie está sobre su gargan

nía, ha sido reemplaz

e contra mí y me tira al suelo sin darme cuenta de su movimiento. Ahora me encuentro bajo su cuerpo, me encuentro in

ma

ré al infierno, conmi

borrosa y negra. No creía que pudiera llegar a esto, morir de esta forma

uerte. La oscuridad estaba invadiéndome, cuando sentí que el cuerpo encima de mi se levantó, escuché voces lejanas, estaba yendo al infierno. Tosí para pode

hica que estaba siendo levantada en bra

nio? —logré articular c

tu ángel

las sirenas. Estaba segura de que había muer