muy alegre una pequeña de cabello
e no ir tan lejos, puede que nos pase al
r juntas y les encantaba jugar por las noches ilu
do, pero de lo que no se dieron
aban por el oscuro cielo nublado; abedules secos decoraban el lu
Kanarya nos esté esperando para nuestras clases de recuperación— H
s? ¿Acaso tienes miedo?— Pronunc
esar?— Sus ojos azules comenzaron
ierto de unas cuantas telarañas, y en su puerta tenía el escudo de la institución, pero también
r algo!— Gritó Alma desesperada —Ahí dice
nada, ven conmigo— Habló su gemela tomándola de
o siguió a su hermana dando pasos te
la vieja guarida; S
irme de aquí!— Su herm
ien, estaremos a salvo, eso
leno de telarañas con algunos arácnidos encima, habían algunos vitrales, en
ncanta!— Vociferó la p
ma pensaba todo lo contra
ndo el aterrador lugar; hasta que de repe
mos irnos de aquí!— Estaba temblando y
edicaba a mirar los alrededores; hasta que finalm
lo crees Alma?— Nombró S
.ya no
ó y sintió cómo su sangre
eniendo a su hermana, Alma no gritó, sólo lloraba en silencio.
hfts, nunc calıştırmak (Te dije que
!— Gritó con lágrimas cor
Se retiró mientras las dos chicas,
on todas sus fuerzas, hasta que
il por segundo, sus pequeñas piernas comenzaron a doler y su respiración
ahí, sin embargo, sentía que algo le faltaba...Alma...lloraba y gritaba, pues se arrepentía
sta que una joven de aproximadamente veinticinco años; de cabello rubio
¿Dónde está Alma?!— Cue
mana— Fue lo único que respondía, mientras