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Historia

Capítulo 2 El Hospital

Palabras:3413    |    Actualizado en: 19/09/2021

nas no; desde que aquella nube se posó sobre la ciudad algunas personas cambiaron sus rutinas, hasta ese momento sus rutinas

se a no poder moverse, hablar, comer o beber, su cuerpo aún estaba funcionando, podía respirar por sí mismo, pero estaba inconsciente,

¿acaso había alguna respuesta lógica para este “fenómeno”? De pronto todos los jóvenes que estuvieron expuestos a esa “niebla” habían caído en un coma

ue faltaba en su cuerpo, su conciencia, parecía que todo su espíritu se había ido y solo quedaba su cuerpo, como el cascarón de un águila después de nacer, inerte y sin nada, John estaba ig

pasado? – Preguntó

s y 18 horas – Con

en? – Pregu

Respond

? – Pregunto Gabriela con

tó Ana con desesperación mientras las lágrimas caían

acercó y abrazo a su amiga quien empezó a llorar en su hombro, después de

riel – Dijo

mbién está aquí y no es que su situación sea difere

? – Pregunto co

rápidamente se limpió el rostro y trato de aparentar que nada de eso la estaba afectando – En cualquier caso, no es sano que te quedes aquí todo el día, apenas comes y no puedes quedarte sentad

la verdad era que la idea de dejar a John solo era solo u

e permanecer encerradas aquí, además ¿quieres que lo primero que John vea cuando

– Pregunto Ana confundida y hast

una mueca en la cara – Tu cara se ve terrible, pareciera que te hubieras desve

miga se reía – Tampoco es que me vea tan m

a comer o ¿no? – Preg

spués volteo a mirar a Gabriela –

Pregunto Gabri

el ánimo, solamente tú y Brandon lograban h

lla y la volteaba para que Ana la mirara, por su parte, Ana sentía su corazón latir a mil por hora – Porque nadie te conoce como yo – Dijo para después besar la frente de Ana, quién empezó

or una situación que no tenía precedentes, era un misterio total si los muchachos despertarían o morirían, pero algo estaba claro, solo podían esperar a que algún milagro sucediera. Las dos amigas llegaron a la cafetería y pidieron algo para almorzar, mientras esperaban su comida fueron a sentarse en una pequeña mesa en un lugar apartado, un instante de silencio invadió el am

ordar sentimientos que tardo años en enterrar, y también molesta por que le preguntaran algo como eso en una situación así y por cómo se lo estaban preguntando, pero por otro lado

or cuando nos vio? – Respondió Gabriela mientras

Ana con más firmeza y sequedad – Lo que pasó ese día

d – ¿Sabes? Yo no creo en las coincidencias, más bien creo que

Pregunto con fastidio, pero a

no creo en las coincidencias –

y un trabajo, no voy a echarlo todo por la borda solo por un sueño del pasado – Explicó con firmeza en su voz, pero una parte de ella sabía

también me enteré de que recibiste un título y que terminaste tu maestría

, me alegro por ti – Respondió Ana regresándole el

l centro en Florida, yo les pagare los boletos

– Supe lo que paso con Brian – Di

el divorcio se terminara – Respondió co

uis? – Pregunto A

tomó mucho mejor de lo que pensé, no sabía que fuese tan ma

e a su padre – El pes

perarlo – Sus palabras se volvieron directas y muy duras, si bien la intenc

u amiga – Apenas pasó un año desde que él murió ¿y quieres que lo supere así de

en su voz, pero la verdad era que estaba muy preocupada por su vieja amiga, Ana tenía 35 años, pero parecía rondar los 50, era como si su depresión y e

ocas personas en su vida que la conocía al derecho y al revés, junto con Gabriela. Ella sabía que su amiga, por mucho que le doliera aceptarlo, tenía razón, ya era tiempo para pasar página y seguir con su vida. Ana estaba a punto de agradecerle a Gabriela, pero algo la interrumpió, levanto su vista y vio algo que le

a subirle el volumen? – Pregunto con gen

n amabilidad y después tomo el control remo

Dijo Ana ante la

espondió la mese

tocaba el hombro con suavidad, esto hizo que se sobresaltara y volteara a ver quién la había llamado, percatá

ese momento, tanto Ana como Gabriela desconocían, ¿Qué quiso decir con “los jóvenes de todo el mundo”? – Varios expertos han estado investigando este “fenómeno” y hoy uno de ellos está

señorita Sawger – Dijo Gein ag

me Katty – Pidió l

y – Contestó el G

e vislumbraba un hombre de mediana edad, vestido con un traje negro con una corbata de colo

to Ana percatándose de

io en la Universidad – Respo

tos jóvenes? – Pregunto la reportera dirigiéndo

– Los cuerpos de todos los afectados no presentan señales de ningún tipo de virus o infección externa, solamen

que todos fueran afectados de esta forma? – Pregunto Ka

cada uno de los jóvenes afectados no superan los 18 añ

arse mejor? – Pregunto la

ismo, son aquellos que tienen edades de entre los 10 a los 18 años de edad –

día ser coincidencia, pero si no era una enfermedad entonces ¿Qué era? ¿Qué estaba pasando en el mundo? Todas estas preguntas rondaban en el aire esperando a ser respon

habían escuchado, fue como recibir un baldazo de agua fría en todo el cuerpo, no podían hablar de la impresión. Después

a locura ¡ES INCONCEBIBLE! – Gritó

n – Respondió una voz may

os jóvenes – Replicó la voz

s líquidos, debemos priorizar a los que sí se pu

cosa, los pacientes en coma, Gabriela volteó a ver a Ana solo para darse cuenta de que estaba temblando, tomo su mano y la apretó con fuerza, esto hizo que Ana se sorprendiera, pero los pasos que producían aquellas voces la saco de sus pensamientos, Gabriela tomo a Ana y la jaló hasta un pequeño armario y cerró la puerta ráp

os arruinen mi hospital – Dij

rimen para todos los involucrados y el hospital si cerraría y

– Replico el hombre del traje – Es mejor lib

se ya que aquel hombre vestido de traje no era cualquier persona, finalme

on normalidad – Dijo el doctor es

actual de estos jóvenes – R

Replico el doctor, estas palabras llamaron la atención del

– Dijo co

ueden despertarse en cualquier momento – Explico el doctor con firmeza y serenidad – Lo único que le pido seño

en ese tiempo no se despiertan yo mismo los liberare de su suf

ía pedirle más tiempo, pero sabía que si lo hacía lo más proba

l martes no

ctor, quien no podía escuchar al hom

lieron de ahí, estaban sudando, debido a una combinación entre los nervios por lo que habían escuchado y el hecho de que se estaban cocinando en el armario, Gabriela trato de hablarle a Ana, pero esta se

algo estuviera mal, pero no vio nada que indicara algún problema, todo estaba en orden, agarro la mano de su hijo y la apoyo contra su

Ma

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