img En el bosque eterno  /  Capítulo 4 Un dios impío | 18.18%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Un dios impío

Palabras:2387    |    Actualizado en: 22/09/2021

L

e una mesa de rocas improvisada que armé con los amigos que solía tener. Mi progenitor al encontrarme con la cabeza manchada en ese líquido peculiar, me cargó entre maldiciones y corrió ha

tético acto de heroísmo. Mientras tanto, Fenrir intentaba posarse de nuevo sobre sus patas, pero la fina cinta alrededor de su cuello se lo impide, sé qué es lo que lo encadena, es aquella arma a la que muchos

girse a mi inconsciente mentora. Todo aconteció muy rápido; el ladrido del lobo pidiendo que nos escondiéramos fue demasiado tarde, pues Vidar no tardó en caer del cielo expulsando poder hasta por los poros. Fenrir lo atacó, sin embar

ar, yo lo único que puedo hacer es enju

. Su fuerte mano se aprieta alrededor de su cuello, puedo ver como la piel de el

esfuerzo me incorporo, n

mo los de mi mentora se

fender a un

ida a una mujer inconscien

n la mano trémula lo extiendo a su dirección, la deter

que sí esté en ca

se jacta. Balancea su

era con esfuer

rvo, so

se marche sin

palabras de Freya cuando logró ayudarlo con

r tienes,

ncuentra con mi mentón, no retrocedo, no

nte como pa

y espero el corte

musita Fenrir con sus fauces sangrantes, el hacha atravesó s

tenerse con una carcajada, ha destruido algunos troncos en su caída. El lobun

de rodilla

en

la, pr

e una que no es igual… no es una bestia, es un ser bondadoso encerrado en ese apodo. Acaricio su cabeza, su

era lágrima que he liberado. Un chapoteo de rencor se oye, alertando a los pájaros que se despliegan por los aires con un alarido final. Las chispas de metal golpeando a otro iluminan más el lugar, los mov

s palabras: nada me detendrá para traer a mi padre de nuevo conmigo y

ojos pálidos se incrustan en el cuerpo del gran lobo, en ellos no se refleja n

mon

duras, agónicas. Intenta con todo el brío

o moviéndome cual gusano

halla, su alma descansa, pero su cuerpo no podrá ser enterrado como es debido…

a sanado, pero yo lo haré dentro de semanas. Tiene la razón. Gruño en el momento que

se me cierran poco

ui

de sonrisa a

r, pero con ausencia del rayo. Mi pecho está descubierto y un menjurje de hierbas cubre la herida del hombro que se halla templada, sin siquiera despedir ardor. Ella sola construyó una clase

omportaba mal iría a el Fólkvangr, que era el lugar de residencia de Freya, la madre de mi mentora. Pero no lo hacía con ánimos de ofenderme, sino de humillarme, pues la morada que da Odín, para él, es mucho mejor. La

venerada hasta su fatídica muerte. Se desvaneció en batalla según los cuentos que muchos oyeron, pero por la mirada de ira por parte de su hija cu

rpo, ahora es una clase de armadura tallada en varias plumas blancas con ciert

consegui

en más finas que antes y la falda tachonada es dorada, el c

o al herrero

usurro co

os que trae como o

ndaje pertenecía a ella, se lo entregó

re

Freya para no tener confusiones, dad

rvas curativas, no muestro ningún ápice de dolor, puesto que no lo te

llaste a Syl, creo

nto, es un viajero cotorro. Me reconoció al verme luchando contigo para traerte hasta aquí, de hecho, me ayudó e

troll que llama

lguna respuesta. Me doy el lujo de verla mejor, la belleza que tiene la asemeja mucho con su madre, Freya.

ura en su cara que me hizo pedirle entre clemencias que me dejara seguirla. Jamás se me pasó por la mente que ella fuese un ser de tanta magnitud: descendie

conocer mejor a Ariana y qu

e las luciérnagas que medio iluminan la oscuridad que nos rodea. La fogata se ha ido desvaneciendo con cada minuto que pasa mientra

láfr, ¿crees

eo, in

S

que solo se ame

ién nos ama

a primera mueca desde

súbditos? —Se levanta para observar a fuera—. La vida d

s blasfemar

ga me deja anonadado, nunca h

son crueles

a oyeron las súplicas cuando había guerras, muertes

s, porque al final te

a cuando me extiende un carcaj que rebosa de ag

a hora del amane

los dientes al recordar a padre intentando defenderse del guerrer

ue los recuerdos te devoren,

table el traer a mi men

a amargura y la venganza, te nublarán y te harán act

cielo jocoso, sé que está

ento de peligro —murmuro, atraig

o lo

s tranquilo, suav

todo. Tras la paz siemp

referido darme la comodidad, es decir, dormirá en el suelo

? —inquiero, de ese modo disuado

r —contes

Ei

cabeza en

pa

pio de aquí, más no del todo. Ese h

es su

agrandan, un

ó tener en el momento

su verdade

preguntas, c

se de nuevo a mi lado, se acobija con aquel

sca

pu

Se acomoda de medi

ñana no serás apto para cazar. Además, las h

Cierro los ojos, dejándome llevar por sus palabras. Ariana —o Freya

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY