ra

me tomará al menos veinte minutos, pero el paso que llevo no solo es rápido; es más bien lle

nuestra visita sería en dos días más, pero, an

. Por un instinto propio me adentro más, tomando la precaución de no ser vista aún. Así que, junto

jeme explicarle… —súplica

da, o estás con ellos, o estás con no

rente al Borja que yo conozco, en su r

de mi familia mi señor, mi hijo solo sucum

monarquía, está en contra de nosotros —dictamin

es porque Mishaal entra en mi campo de visión, hubiese

do al hombre moribundo en el suelo,

s deben morir! —contesta

totalmente desconocido para mí gesticulando

er! ¡Esto n

plico, no lo haga…

do bocanadas de sangre en ese moribundo casi muerto. El silencio cubre pesadamente el lugar, y mientras que é

ón, y trato rápidamente de ocultarme un poco más, pero una man

o detrás de mí llamando la atención

y en unos segundos se acerca a nuestro

o, haciéndole señal a Ismail para que

e avance junto con él. No obstante, yo n

ble dejar de observar el líquido rojo que se entremezcla con el agua. Ese hombre allá afu

roso, quedamos en un acuerdo —Su tono es otro, uno muy

—consigo decir sin expresión—. Que

viste allá, no

hombre que suplicó por ser escuchado, uno que tiene una fa

n toda la intensión de hacerlo s

equipo, Saravi, otros que también tenían familia, y solo por

! Lo mataste… Todos deberían tener el derecho de elegir, y estás siendo un

respuesta, mientras que s

ofundamente —dice con un rostro desencajado—. Las consecuencias de ese hombre fueron terrib

resión aún están caladas de mi piel. Doy vuelta dándole la espalda, acercándome a la pequeña ventana que

ta para casarse c

i ceño se frunce y doy la vuelta para saber por qué mi

más relajado

—pregunto c

personas de confian

o significa? ¡Mishaal! He pensado hasta reunirme con

hay otra candidata solo es noticia impuesta por la

acio, piensan que hay esa posibilidad, m

ia aparente—. Kalil Sabagh, seguirá los planes

enzan a aumentar, el desequilibrio

os! —digo entre

se relaje ante su tacto, uno, que extrañé muchísimo, y que al mismo tiempo desespera. Besos cortos son impartidos por su parte en mi

, lo sabes. Por eso debo luchar

despegándome de s

míos, su rostro está decaído sin

es i

—grito en

rav

¡No

tura para mí… Pero no puedo declinar, no ahora que todos colocan sus esperanzas en mí. ¡Cariño! Ten la certeza que no será por mucho tiempo… Sé que te sientes dec

o no me impor

i —corta sin dejarme continuar—. No tie

por más que quiera ver algo bueno de esta situación, sencillamen

ando los hombres que más pueda, armando nuestro ejército, uno suficiente, uno poderoso para ll

uy egoísta en exigir ante su postura, y aunque sé que hace muchas cosas

rma, colocar mi grano de arena, porque desde lo más íntimo del reino voy a contribuir para la destrucción de la monarquía. Ahora mismo no logro imaginar cómo será la magnitud de

*

? —escucho preguntar m

a por la mañana partiré junto con los duques, mis padres, y por supuesto con mi dama de compañía al palacio; así que solo faltan escasos tres días

e mi madre me ha expresado, contienen palabras de felicitación y bienvenida a la realeza. Cartas con al

a decir Nadia señalándome un empastado

varias

imagino que allá h

irige hacia mi lugar en la cama. Sus dedos comienz

sará muy

egue a mi favor. Lo que más me da ánimo

tándose frente a mí demostrando preocupación—. Habrá muchas

da del

emos nada a mis padres, ellos creen que solo nos acompañarás. Pero nada más

pero, por su gesto entiendo qué quiere

sé cuánto tiempo pasará hasta que volvamos a encontrarnos —digo ref

drá?,

al bosque… —mi voz se rompe desestabilizándome por completo—. A veces…

so? —pregunta to

tener una esperanza, y a la vez nos mantiene fuertes. Pero, ¿y si no se logra lo que s

o que lo haga, aunque quisiera soltar el nudo que se forma de vez en vez en mi garganta, no puedo; me ha sido

cuerpo, junto con la tensión permanente que se arraigó en todo mi ser para martiri

a su vestido y se dirige a abrir y al otro instante veo el rostro asomado de mi padre. De cier

en, su alteza? —su galantería, hace que

a —anuncia Nadia, y y

sado —indica mi padre

n uno de

igo finalmente com

tendrás, siempre conta

no cuento con el

ias,

endible, eres joven y hay muchas cosas que desconoces. Lo ú

abre sus ojos impresionados, mientras tomo aire para controlar mi arr

felicidad, créeme que Angkor jam

mi mente, jamás me había detenido a pensar que en alguno

ias, un país…

í me has asustado

simuladas de mi padre vue

na buena

tro y la forma en que me observa me dice que no… daña

por unos instantes su apoyo y su fortaleza, respirando su