ra

que, desde un tiempo dejé de contabiliza

e es llamada por un hombre de la cocina pasando el recado, esta es la forma en como nos hemos comunicado secretamente

iré nuevamente a la cocina por si hay una carta —di

erta, un extraño ruido desde el b

cuando corro al lado de Nadia para proseguir a salir de la habitación

y y

r una palabra. Ella cierra la puerta mientras que u

un sabiendo que jamás

das por él y ágilmente quita su

pued

que estará afuera, sobre todo vigilando, y en

en verte! Es demasia

tampando un beso dulce sobre mis labios. Mis palabras mueren

lo hice —dice tocando mi nariz

o a

rostro y su mirada t

uscaré la forma para q

ué

baja, ¡por favor! —digo intentando convencerlo. Si esto llegara a saberse en al

so, tengo gente allá —

ndrá el rey… ¡H

de actuar. Si yo seré parte de la destrucción de la m

para mí no verte, estaré sufriendo al sabe

uerda que debo sacar un tema

o a la altura de un caballero, como alguien que de verdad ama. Pero…

sa tomándome bruscamente y abraza

pasará despu

ir miserable—. Pero si tú llegas a estar con otro hombre antes que el rey, te irá muy

bras, yo incluso podría morir por no llegar como una verdadera donce

do por mí? Aun cuando eso pase ¿Me querrás de vuelta?

ase no dejarás de ser la Saravi

lo besa, y con ese beso sellando nuestras promesas, llenándonos

*

mi piel; cada vez que vuelvo a capitular la noche anterior una inexplicabl

re en mí, detallando cada gesto. Hubiese querido irme en el coche en donde enviaron a Nadia, quizás en este momento estuviera

mientras observo el paisaje que se

iosa —mi madre por supuesto,

aso que dará nuestra

cia

la—. Es importante que s

favor! —irrum

me alegrará de entrar al palacio, es que no tend

alteza —dice de forma altanera, m

sino hacia el vidrio de la ventana, y por

ápido al

… puede que desde que lleguemos, te ocupes mucho… pero debes saber aho

tés a mi lado —un suspiro largo es solta

ra hacia su ventana pretendiendo que nada ocurre, como si ella no f

? ¿Acaso entre dos damas no sería más fácil una conversación?, ¿No deberíamos entendernos mejor por ser mujeres? Hay

cuando comenzamos a llegar a la inmensidad de sus jardines y las zonas verdes, varios lagos pequeños hacen que el paraje se ve

ta. Poco a poco nos adentramos, reluciendo las estructuras de arcos de herradura y peralt

s hacia lo que parece una entrada del carruaje, observamos como

rofundamente y re

oz dice dentro de mí, pero yo dec

comenzamos a bajar de forma cuidados

enciar, obviamente por su forma de vestir debían ser parte de la familia Sabagh, y yo podía distinguir solo a la pareja. Porq

a reverencia, y yo

s duques mientras que yo

de mi padre, y para mi impresión, Zura, la reina, se

hija —susurra en

o titubeo varias veces para luego decidirme por cerrar mi boca y

icándome el camino, y a la vez observo que el rest

raré, jamás», me r

vez en cuando, y ruego a Dios porque esto no se convierta e

cio… La arquitectura sencillamente era exquisita. Un enorme cuadro pincelado llama mi atención; el rey y la reina están sentados junto con una hermos

onuncia la reina Zu

cuenta de que he quedado

ndo un poco, porque al contrario de lo que

cuadro señalando— Mi hijo menor Kader, mi hija H

estar en la foto. Luego observo sus manos apretadas y por un instante siento compasión. Mi mente comienza a divagar rápidamente, crean

—pregunta la reina c

scul

aba… si te

nte y me sonrojo un p

da a otro mundo… es como si por un instante dejara

enta de que pareciera que describía mi realidad, sin embarg

oteca entera… Ven, vamos a reunirnos con

rando cada muro del palacio en silencio. Luego de nuestra llegad

dido? —pregunta

stro cuadro familiar a la hermosa Saravi

ienvenida al palacio! Aunque te he visto un par de

nder mi mano para darla al hombre, por un momento noto la incomodi

ra mi propia voluntad en reve

poco tímida —ex

ente, y en algún momento creo que va a

—dice dirigiéndose a mí, mientras que varias damas entran en el salón. Exacta

i madre palidece al escucharme mient

desa

adia? —pregu

piensa

dado en la casona… Yo amo los animales… —este solo asiente no muy convencido—. P

—anim

e un trabajo excelente, me gustaría que se quedara c

palabras, y aunque su esposa va a contestar a

extraño en el palacio, cada persona que está aquí es clasificada,

de este hombre me abruma por completo, las ganas de golpearlo y escupir las palabras más desagradables en su cara me hacen h