ULO C

admira

esperar en una mesa mientras lo

e er

n una juzgadora mirada mientras esperaban que la chic

iendo su ceño. — No conozco a ninguna de ustedes, no sé qué

golpeando la mesa con la palma de su ma

vó una de

ar reír con burla. — No soy nada de ese par de

emos esa historia? — Yama

a verdad. — La chica sonrió. — ¿Es todo

n en alguien como tú? De seguro lo

la chica, una de ellas p

os de una vez! — Tetsu les observó por unos segu

Respondió la chica, girán

e emoción detrás suyo, las cuales se detuvieron al mismo tiempo en que alguien le tomó del brazo,

su miró a las chicas q

os hermanos Haitani. — Dramatizó la chica. Ran se giró un poco, mir

molestando?

con idiotas. — Ran sus

charse, sus ojos se abrieron con sorpresa al sentir como era

Exigió la castaña,

siento una vez más. En la mesa ya se encontraba Rindo, y sobre

abía comenzado a comer y mira

enzas giraba su rostro por unos segundos, al tomar asiento el molesto ruido de

. — Gracias p

eyó Yamagawa. Al elevar su mirada se encontró con los dos

ucán? — Ran sonrió, estirando su brazo. Por i

con su ceño fruncido, fue entonces que sintió el pulgar

o aprendiste a comer? — Tetsu l

jarse, pero las palabras se atascaron en su garganta al observar al mayor de los hermano

Rindo, observando como las mejillas

seas

su bandeja de comida quedó totalment

do. — Festejó la chica, di

, provocando que la chica de inclinara hacia atrás, evitando el exceso

o. — Tetsu se colocó en pie, toma

manos de la chica, colocándola sobre su bande

do la bandeja de su hermano y así retirarse finalmente. — ¿Y bien,

— La castaña se giró, comenzando a caminar hacia la sali

ce si vamos a comer algo después de clases y llevas

dejarán de lado. — Ran no pudo negarlo, así

Tetsu se detuvo de golpe, mirando con s

túpido sitio que se les ocurra? — Preguntó con molestia la

s mejillas picaban un poco. Con una mano ale

llegar con dos idiotas con pintas extrañas. — Ran sonrió, interponién

si creía que haría algo como eso. — Tu siguiente

o no significa que me

después de quím

se día, y apostaba su vida a que Kioko había memorizado incluso lo que ell

ida cuando ac

finalmente pasar a la chica. Tetsu agradeció poder ser libre, sacó su t

e los hermanos Haitani, y esas eran la