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Historia
Raquel, la reina de las hadas

Raquel, la reina de las hadas

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Capítulo 1 Raquel, la reina de las hadas

Palabras:3595    |    Actualizado en: 20/11/2021

XIX. Su vestido elegante indica que pertenece a la clase alta, sumando la gran casa victoriana cercana de

altos. No quiere perderse y pasar hambre. Este bosque es muy tranquilo y hasta el momento no han aparecido rumores de que esté encantado; a diferencia de otras arboled

ocidos que los están visitando. Ella es hija única, por lo que no tiene hermanos o hermanas con quien jugar;

o la atenta mirada de una de las sirvientas que ahora cumple la función de niñera; todo

la sirvienta-niñera qu

en del bosque… en realid

st. Oye,

ia atrás. Se queda muda de la impresión, descubriendo a dos di

o quieres visitar nuestra aldea? —pregunta uno de los seres feérico

egaña la diminuta mujer alada a su compañero, para lue

o ondulado color castaño claro; ahora, ella realiza la siguiente interrogante

se acerca un paso más hacia los d

duende alado —responde la mujercita con alas de mariposa, a

nadie nos ha encontrado. Nos escondemos muy bien de

ada año, nunca pierdes la oportunidad de jugar por aquí. Eres muy amable con nuestros árboles y flores, por eso que

ensa por uno

, notando que uno de

ce el niño; su nombre es Fernando y tiene once a

volteando por unos moment

unos momentos —

é a ver y luego te alcanzo —le dice Raquel con alegría para luego int

a su amiga, pero al buscar entre los primeros troncos de l

casa, dando la preocupante n

ado, manteniéndose ese azul en el cielo; en los alrededores hay bastantes flores multicolores y varios animalillos, inclu

a un claro en medio del bosque Nayadd; la niña aparta unas ram

arte de un par de arbustos en el centro; varios troncos de alrededor tie

s traído a la niña! —grita muy emocio

esos hombrecillos y mujercillas aladas rodean a la visitante, contemplándola atentamente. Por su parte Raquel se sorpren

del claro, pidiéndole constantemente que cuide sus pasos

un poco, déj

pero otra voz cercana

á ocurriendo aquí! —gri

otras hadas presentes: dieciocho centímetros. Sus ropas son de mejor calidad y decoradas con diminutas joyas preciosas; en lugar de una corona de oro, sobre

lebeyos de alrededor guardan completo silencio mient

era en romper el

nuestro alboroto —se disculpa ella al tanto que a

stazo alrededor, encontrand

Quién la ha traído y por qué no la ahuyentan?! —inquie

quí —dice Elýnn al tanto que alza el rostro, agregando—. Rec

—dice muy molesta la reina, para luego volar directamente a la cara de Raquel—. No eres bienvenida a nuestro recinto, ahora largarte por don

a atrás, ahora asustada por e

del mismo arbusto del centro. Los guardias alados están armados con lanzas en miniatura; usando esas

rla y se retiren de regreso al claro. Triste y asustada, Raquel quiere regresar a s

yo la guiemos de regreso a su hogar

masiado de nuestro recinto, tú y tu esposo. Debemos estar siempre atentos y tener mucho cuidado

s! ¡Cuidado! —gritan

trapada en un santiamén por una red antes de que pueda reaccionar. Los otro

ro, empezando a buscar por algo o alguien que les ayude;

vor! —exclama preocupada Elýnn al

ere en su recinto —respo

hadas; ayúdanos por favor —suplica

ros seres feéricos se acercan c

to del bosque! —dicen ellos para luego huir más lejos; atr

ntidad de hadas posibles, con ayuda de unas grandísimas y larguísimas redes para atrapar mariposas. Los sujetos desconocidos

ue han escapado —ordena uno de los hombres parado cerca de los arbustos del centro y sujetando otra red con sus manos; adentro de esa larga red s

Raquel a sus dos amiguitos, al t

san esas redes mágicas para atraparno

ienen poderes mágic

stamos indefensos; ni si quiera nuestros guardias pueden escapar de esas rede

ndite, dirigiéndose directamente hacia el hombre en el centro del claro; con todas sus fuerzas lo avienta, provocando que el cazado

údenme! —grita el hombre sin sab

cazadores sacan a su líder de los arbustos; en medio de la confusión ellos

s posible, la peque

no de los sujetos, apenas percatándose d

e; la reina y otro montón de hadas escapan de la red m

bustos, justo en el momento en que la

dor líder, corriendo u

as hadas y duendes alados

ea hacia la niña que han ca

una fortuna! ¡Mis mejores clientes se van a enfadar! —asegura el líder al tanto que se acerca y

quitarle la vida a la pequeña, una lanza en miniatura atraviesa por comple

ezas; buscan sus redes para poder atraparlas de nueva cuenta, pero ya no están. Varias de esas personi

o de los hombres, soltando a la niña y caminando lentamen

uz color magenta; segundos después, todos los brazos de las hadas y duendes alados son envueltos con lumbre

tras magias dañinas a los cazadores; al ser un grupo de varias

ecibirás tu merecido! —exclama furioso el líder de l

ción cuando los cazado

arse, pero la misma reina

r unos momentos? —indaga la reina con un tono amab

ue me quede? —pregunta l

azadores constantemente nos están molestando; nos hemos cambiado de hogar durant

hasta que recuerda que tiene que regresar con sus padres; mas al final, la reina le

a podremos defendernos mejo

mpensan con un trofeo: la navaja plegable que dejó atrás el jefe de los cazadores. Raquel usa esa navaja para tallar una rama, obteniendo un bastón similar al de la antigua reina; esa misma had

quel, quien se mueve constantemente por todo el bosque Nayadd, guiando a sus s

mor; un día conoció a un apuesto leñador. Al principio ella quería detenerlo para evitar la destrucción de su par

y sus compañeros de trabajo se tenían que marchar para nunca regresar. El hombre aceptó la condición. Esa misma noche y en medio de un claro especial, bajo un mant

ar que hay monstruos peligrosos en las cercanías. Asegura que en la noche se encontr

a hija con ayuda de sus súbditos feéricos; a sugerencia de su pequeña

e que Lulubel nació,

bosque, cuidando de su pequeña bebé, cuand

acerca! —gritan varios seres feé

hijita dormida adentro de una c

l al tanto que sujeta su bác

o este luce ropas finas —ac

lor gris; el desconocido da sus primeros pasos adentro del claro, encontrá

que el sujeto misterioso contemp

ado el hombre de veintiún años; sus cabe

to de la clase alta; sus recuerdos regresan lent

jer de veinte años igualmente asombrada, l

asombrado de que estés saludable y tengas ropas nuevas —menciona Fernando muy alegre al tanto que

sela a mis papás —dice la reina Raqu

a sirviente principal de la reina humana—. Nosotros, sus súbditos le ayudaremos a llevarla; igualment

la a través de árboles y arbustos; atrás de ellos dos, un m

go muy extraño sucede; ambos amigos adultos se detienen y voltean hacia atr

que me ha pasado. Lo último que recuerdo, es que me adentré e

en el bosque, pero no recuerdo en dónde te

la casa; Raquel descubre a sus padres, ocurrien

adas observa escondido des

moria a nuestra reina Raquel? —le pregunta

especialmente con su heredera —asevera la ex regente hada, volteando hacia la c

báculo mágico y esa navaja larga? —pregu

marchémonos; tenemos que encontrar comida y leche para nuestra princesa. Toda

ga y reina Raquel, para después seguir al mar de

e las hadas que se menciona en varias leyendas, pero la misma mujer niega haber convivido con esos sere

d y a los oídos de Raquel y Fernando, asegurando que una niña tiene

de Lulubel, la nueva

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