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Historia

Capítulo 5 Martes 18 de noviembre de 1986

Palabras:2041    |    Actualizado en: 02/12/2021

os por los que le había quitado la vida al periodista Antonio Menéndez, la cual

resante caso que para muchos resultó difícil

se trata de sus hijos, sólo que, cuando resulta todo lo contrario a estos estereotipos, hay un impacto terrible

Caretas, para hacer una nota de las que venían en el boletín oficial de la Procuraduría, lo normal cuando no hay nada

te, busqué con la mirada y descubrí a Orteguita q

actuaba, no dude y fui a su busca, me hizo en

… los patrulleros que pidieron el apoyo de una ambulancia, no la han repor

y se lo entregué, sabía que é

te debo una… —le dije

pendiente… ojalá y sea una buena nota, para que

algunos años, era conocido como el hospital de la Cruz V

da localicé a unos patrulleros que llenaban u

, reportero del diario Sin Caretas… espero que me pu

ta burla y uno de

s reportado a nad

o a los médicos por la mujer que fue asaltada y v

ue fue asalta

edes no repor

ron con fran

on… un grupo de viciosos de aquella peligrosa colonia, fue precisamente ella la que nos detuvo con su carro, en la avenida Fray Servando Ter

s están atendiendo para revisar que no traigan lesiones graves, o cualquier otra cosa que

caseta telefónica y llamé a la redacción para dar la noticia, al no haber mater

noticia no sólo era impactante, sino que además resultaba i

de la Procuraduría ingresaron al nosocomio, los vi hablar con un mé

s niños? —les pregunté sorpresivamente, al

vieron sabiendo que ya ten

arecer se encuentra en estado delicado y están

llegaron muertos o murieron al llegar… también los drogaron esos des

quiero atraparlos y darles una golpiza que los mande al hospital, para que p

s publicar —me d

e se les apliqué eso de ojo por ojo y diente por diente, aunque ni así aprenden —le

días, haciendo indagatorias, buscando respuestas y lo principal, saber

uen ustedes mismos lo que pude recabar e informar por

ral que la envuelve transmitiéndola a su paso. El día de los hechos, llegó como era su costumbre, a recoger a sus dos hijos: Enis, de 3 años y a Ernesto, de 1 y mes

y se puso en marcha, tal y como cotidianamente lo hacía, sin prisas ni mo

estaba desconectada del mundo, nadie podía saber lo que pasaba por su inquiet

le preguntaba con su alegre y cantarina vocecita infantil, Liz, como la llamaban todos, llevaba la mirada dura y el pulso acelera

ocieron en el restaurant al que ella acostumbraba a ir a comer, ambos trabajaban cerca del lugar y por lo mismo se habían v

sentía, ya que le emocionaba tener de cerca

muchas cosas por ofrecerle, tal vez su felicidad estaba en otro lado y no en los brazos del hombre que la había desposado cuatro años antes y que le ha

plática, su presencia, sus ocurrencias y los frecuentes halagos que vertía sobre d

eír y disfrutar cada minuto que estaba a su lado pro

nvitaciones por parte de Ramiro, para verse después del trabajo, sa

arido, no, tampoco porque no deseara vivir una aventura en los braz

nvencerla, que la hiciera sentir joven y hermosa, seductora, cautivadora, como se hab

ba, con sus 25 años, uno sesenta de estatura y un cuerpo excitante y sensual que, si bien no tenía l

mo amante y disfrutar sin compromisos. Sobre todo, porque era casada y eso le evi

ientes de las mujeres, cuando no están con el marido, son más liberale

hasta que la muerte los separe, algo que él no tenía en mente bajo ninguna circunstancia, se sabía joven y a

isten a dar el paso definitivo hacia la infidelidad son las que con más pasión se entregan una vez que se deciden, por eso tenía que insistir, esa mujer l

quiera intentó abrazarla y mucho menos besarla, la hizo sentir como pocas veces se sintió a lo largo de su vida, por fin había encontrado a un hombre que la resp

carro, suave, tierno, dulce, mismo que se intensi

no hubiera más preámbulos, los dos sabían que se deseaban y querían disfruta

te y comenzó a conducir

nfilaba hacia la entrada de un hotel de paso, sintió una

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Contenido

Capítulo 1 Agradecimientos: Capítulo 2 Sábado 22 de noviembre de 1986 Capítulo 3 lunes 1 de diciembre de 1986 Capítulo 4 jueves 13 de noviembre de 1986 Capítulo 5 Martes 18 de noviembre de 1986 Capítulo 6 La vida no es sólo un sueño
Capítulo 7 Domingo 23 de noviembre 1986
Capítulo 8 La Calma presagia tempestad
Capítulo 9 Jueves 25 de julio de 1974
Capítulo 10 El palacio negro de Lecumberri
Capítulo 11 En el mismito infierno
Capítulo 12 El Rutas, camino a la perdición
Capítulo 13 En las fauces de “la ley”
Capítulo 14 Ora la bebes, o la derramas
Capítulo 15 El que la hace, la paga
Capítulo 16 Venganza policiaca
Capítulo 17 ¿Victima o victimario
Capítulo 18 Lunes 27 de diciembre de 1982
Capítulo 19 La desesperación, mata
Capítulo 20 Ya les pagué… ¿dónde está mi hijo
Capítulo 21 Esperando un milagro
Capítulo 22 Sábado 25 de diciembre de 1982
Capítulo 23 Del purgatorio al infierno
Capítulo 24 Una herida que nunca sanará
Capítulo 25 Esto aún, no se acaba
Capítulo 26 Una hiena sanguinaria y rencorosa
Capítulo 27 ¡Y me mató…!
Capítulo 28 Una herida que nunca sanará
Capítulo 29 ¿Quién es quién
Capítulo 30 Una entrevista, una charla
Capítulo 31 ¡El gran día!
Capítulo 32 A contra reloj
Capítulo 33 El que espera…
Capítulo 34 El tiempo sigue corriendo…
Capítulo 35 Y ahí estábamos…
Capítulo 36 Sin Caretas
Capítulo 37 Y comienza el mito, o la leyenda…
Capítulo 38 Y a torcer el destino…
Capítulo 39 Las primeras fugas de prisión
Capítulo 40 Ningún plan es perfecto
Capítulo 41 Atrapado, encerrado y fugado
Capítulo 42 Una fuga anunciada
Capítulo 43 En 4 hasta los ratones caen… o se escapan
Capítulo 44 Las rutas de escape
Capítulo 45 Nada puede fallar
Capítulo 46 El momento de la verdad
Capítulo 47 ¿Y ahora qué sigue
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