img Un pecado que pagar  /  Capítulo 4 Tres | 9.52%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Tres

Palabras:2510    |    Actualizado en: 12/12/2021

todo y concentrarse en escuchar a sus amigos l

miró a ambos mientras movía sus dedos al

o es gracioso, si mi padre te escucha se lo tomará enser

ni está — Celia ar

para que te resuelvan lo del cambio

estro pequeño almuerzo — exp

egra ve

a paz — Celia le brindó

aría en cuanto viese a Santiago quien ha cambia

i en verdad ella quería superarlo y empezar de nuevo debía sacarlo de s

e hizo un gesto de dolor, nadie respondió ni abrió y como

ella y sintió un Plomazo en él pe

ra rápida que sus labios se rozaron sino hubiera sido

cupada — Celia pestañeo y decepcion

diaba era la traición y tenía muy claros sus sentimientos y todo, no era la chica que se enamoraba de su mej

tar destrozada no tuvo impulso de romper cosas, golpear la pared

ero aprendí la lección y es que él

pecho de manera cámara lenta, sus ojos marrones se clavaron e

no podías ser sincero conmigo, ¿qué costaba?, me lo hubieras dicho y te ju

eli

nico que quería saber, él porqué — Celia rascó su nariz

a movimiento y gesto de ella. Apunto de irse la

sarcásticamente — lo sé. Es lo que dicen to

ecretaria, antes de entrar se tranq

risa cuando por dentro estaba de

oline sorprendida. — ¿

s — podías cambiarme la sección de enfermería

erminando él año y sabes perfectamente que los profesores invi

gachó la cabeza para salir decepcionada y deprimida por tener

él incidente — se disculpó Car

no me llaman — con esas últim

fatal, él sueño la vencía a cada momento

us amigos y fue un placer salir ju

— no me siento bien, no caminaré — con una mano en

gues nos avisas — Mike ner

enfermarse al contrario siempre fue muy sana y lo único

amó Sarah al verl

ersidad y como los días anteriores entró s

observó mirar su butaca, suspiró

ión — hoy tenemos práctic

tanto, un par se irritaron pero ella n

n participar hoy — informó con su vista en ella quien a

recoger sus cosas guardando todo en su mo

do con vidrios donde había una cama tendida de blanco y objetos al lado como un cuarto de hospital. Todos sentados en pequeños pero

fijó su vista en la hoja entre sus

o. Cerró la boca y depositó su mochila sobre él banco y se paró, llevaba puesto un pantalón jeans negro y un abrigo blanco un poco

bservó mirar él cuerpo asustada. — tranquila — río y ella al f

amisa — orde

sintió como si él mundo dara vueltas, en cuestión de segundos su cuerpo quedó estampado contra él suelo. Santiago quedó completa

ara hacerla despertarla, su corazón latía con fuerza y a la vez se apretaba con sólo verla así para él parecía un cue

piro demostró lo aliviado que estaba. — C

endo él ceño alzó la cabeza. — ¿Q

ó Santiago. — me diste u

za mientras se dirigía hacia él maniquí. — Yo lo siento, pero..

si no te sientes bien — a

e la pequeña habitación con grandes ganas de llorar nisiquiera ella e

a la pared. Santiago al notar su debilidad rá

— informó y salió con ella para guiarla al jardín. Celia no protestó ya que

y bien — le aclaró mirando

o. Ella asintió y él decidió marcharse, Celia

ganas muy grandes de ir y llevársela a su casa para cuidarla se apoderaron de

ue sino fuera grave Celia no llamaría. La buscó con la mira

entre sus manos e hizo que la mirara

me siento bien — confesó Celia y fue lo ú

al hospital —

tos. Aveces no es miedo ni cobardía al contrario es respeto y amor para no lastimar o arruinar al

ike asintió no tan convenc

y Mike tan sensible decidió prepararle una sopa chin

o en la pared, habían unas imágenes más pero no les

arlo — la voz de Celia lo

omentó Mike con una sonrisa torcida y se acercó a la cama para dar

él olor inundó sus fosas nasales quiso sali

os, fue corriendo hacia él baño, se colocó de Cuquillos y vomitó. Sus manos apretaron alrededor del inodor

e la miraba confundido y preocupado por lo cual ella

racias por todo

tro pálido de Celia le indicaba todo lo contrario y dudaba

loca para que se fuera no porque no querría estar con él a solas sino

— cuídate mucho — besó la

iendo todos los recuerdos con una sonrisa de corazón. A su izquierda había una cartulin

por ambas personas, sus ojos se perdieron en l

ibo mejor — lo empujó

profesor — le arre

, además yo sé más de literatura que tú — le rep

ón — alzó él bolígrafo y la

uitaré —

una pizca de espacio que sus respiraciones se

a su cuello. — Me encanta —

omitar la hicieron corr

ensamientos se apoderaron de su cabeza al borde de un dolor de cabeza pero hubo un

o con ambas manos y miró él suelo. — Diosito te lo

tocó, bruscamente lo apartó de su abdomen. — ¡

elular, sus ojos ya estaban cristalizados amenaza

ible mientras sostenía

escuchas bien — respondió Sar

e cortada. Ya había hecho lo que tanto evitó porqué tratar de segui

uiliza té — pidió

oz quebró y terminó sentada en é

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY