orden judicial para allanar su vivienda en busca del animal denunciado. Gerardo no tuvo más remedio que dejarlos pasar, y enseguida encontraron a Viku. Lo interrogaron acerca d
zación del animal, en un ambiente donde cuente con la atención de pro
n que Gerardo la acompañara hasta su ingreso en el estableci
o consuelo, amor, compañía, durante el período más triste de su vida, y que lo había ayudado a recuperar el buen ánimo, que sentía a
eparación, eso sería una idea suya, pero él la conocía bien, y era capaz de notar, mediante detalles casi imperceptibles en su r
e por el cuidado que le había brindado a Viku, y el cariño que sentía por ella, el Acuario decidía otorgarle un pase vitalicio, para visitarla las veces que quiera. Al escuchar eso, Gerardo reanudó el llanto, pero esforzándose en contenerlo, lo bastante como para agradecerles, y porq