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Historia

Capítulo 4 Casualidad

Palabras:1726    |    Actualizado en: 20/01/2022

se había levantado con una sonrisa en el rostro para disfrutar del desayuno en la cama. Luego de aquello había entrado en una especie de rutina en la que salía de su habitación p

ntido tan mimada como en eso

abía inscrito de inmediato. Sí, tenía un costo adicional, pero no era tan elevado como habría pensado por lo que se lo permitió. Se vistió con un conjunto típico playero usando un ves

los meseros amables le llevó lo que ella había pedido del menú junto a un café que no podía faltar. Saludó a algunas de las parejas que había conocido, para luego disfrutar de

para todos. En la segunda playa que visitaron la imagen la dejó asombrada, ya que las cuevas marinas y los arrecifes se veían claramen

dejado el bloqueador- s

volvía las cosas en

en?- Inte

o el bloqueador esta mañana, pero es obvio que no lo traje. No lo necesité ant

a buscándolo en su bolso -no tengo prob

ador en la piel que comenzaba a enrojecerse -pensé que

s el caso- comentó el

ó la mujer devolviendo

l parecer no era la única mujer que salía de vacaciones sola, saber ese hecho la hizo sentir mejor por alguna razón que no comprendía del todo. Camina

nos en otro momento- le di

de bajars

aría- aceptó ell

o otro de sus vestidos veraniegos. Este era de un color oscuro aunque las flores se marcaban con toques de blanco y era más largo que los otros porque dejaba su espald

animada, el tour la había dejado bastante cansada por lo que en lugar de ir al teatro o a la disco caminó hasta el bar de la playa y se sentó en uno de los taburetes. Pidió un co

que te guste- le dijo una voz

ba sentado un hombre apuesto de pelo castaño que lucía

lgo- comentó ella

ndo termines ese- ins

resentó ella of

ndió él antes de tomar

ada de excitación re

ano ya había pasado de moda-

ieres impresionar a una mujer

uevo. El hombre

resionarme?- Soltó ell

ionando- dijo él c

ella fingiendo indif

la mirada de un depredador y no sabía si debía correr o entregarse a esa cur

aquí sentado- comentó él pidiendo u

Mila tampoco lo hizo. Discutieron sobre el hotel, las cosas que había visto hasta el momento en los to

visto aquí- comentó él -las personas

constantemente- concluyó ella apr

ha

color del agua salina y lo mucho que disfrutaba nadar. Él la escuchaba atentamen

se dio cuenta de lo que sucedía porque sus ojos se volvieron oscuros de lujuria. Su humedad empezó a crecer y fue cuando supo que tenía que salir de allí

tó ella levantándose -tal

él con algo de decepció

aseo por la playa antes de dormir- ex

ompañarte-

- negó ella intentado sa

perderlo de vista. Respiró con calma mientras la arena se filtraba en sus zapatos, se los quitó con lentitud para sentir la arena entre los dedos y comenzar el recorrido. La br

onocer el origen de los sonidos. Detrás de un árbol buscó con la mirada hasta que los encontró. Una pareja estaba a un metro de ella, po

la arena. Una de las piernas de la mujer se encontraba en el hombro masculino mientras este la embestía con fuerza y rudeza haciéndola gemir, se sostenían con fuerza intentando acer

a humedad corría por sus muslos pulsando por el placer. Ella sofocó un gemido y salió corriendo de allí, no quería que la pareja supiera que hab

e la noche anterior se repetiría. Tomaría sus juguetes para darse placer en ese balcón que por alguna razón la seguía a

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