img Sálvame de mí  /  Capítulo 3 Terapia | 18.75%
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Historia

Capítulo 3 Terapia

Palabras:1875    |    Actualizado en: 25/01/2022

la sala de espera. Las pare

bría paso a la luz de la ta

e los sillones. Su mirada era

arse. No había razón, pero se

se las frotara en sus jeans

hez T

, estuvo sentado una hora es

ando un nuevo aire. Esa sala

ran biblioteca, pinturas abst

oque hogareño

un sillón a tono

ewish, mientras buscaba s

nía una cita con la psicól

enua como para no darse cu

ro, de lo más profundo de su

icho hace ya seis meses que

odo este tiempo él había volc

empre fue de gran ayuda, ya

r ese dolor. Sabía que era un

te trauma, aunque había mo

ceder. Era evidente que el alt

ría que e

Tyler mira

podía engañar con sus actitude

do al verdadero chico que h

co

ón de hoy va a se

rse. Era la primera vez que

al de

do los labios para no reír.

gracia. —No entiendo

chico y que pudo captar s

que el joven también se r

ogó la psicóloga acercándos

e al

secándose una lagrima que

pre dice usted, ri

visto hace un momento atrás,

o. ¿Qué

spiración se entrecortaba. Qu

Se pasó la mano sudorosa po

to para comen

z era ronca, pero fue casi

me

so se

as miraba a la Dra. fijament

smo” ¿Por qué rayos le ha

gun

ica nueva e

ella se t

ar. Siempre que podía escup

él y tenía que decir todo

existía hasta que chocó co

vio y yo tampoco a ella; la

la cabeza y jalando sus cabe

mbio, me p

iota por verse afectado por al

estaba pas

ivirtiendo con el relato y est

e lo veía ta

orrió con delicadeza un mec

en

s? ―preguntó―. Si ella no se

la que lo

a una esbelta sonrisa. Se nota

ríncipe cuando se vestía ele

solo aparecen en las películ

po. No importaba qué se pusi

penetrante y sus cabellos

hombros. Era el típico chico

tenía dos personalidades. Una

ondía detrás de la primera. Y

ra su

n las chicas ―soltó Tyler

no es algo que hagas porqu

es algo que tengo que

cidiste. No es justo que te c

anquilizarlo. Creo que

in aire, su mandíbula se tensa

el deseo de romper todo, por l

ucho, esa era la razón.

―espetó, mientras por sus

y hago debería haberlo hech

Es tarde, pero tengo que hac

algo que merezcas ―intentó

moralmente de nuevo—. Tran

iar lo que sientes sin tener

ue hace es cau

pezó a caminar por la

con su voz ahogada, mientr

ven

volver a empezar de cero, e

tras. Hoy he dejado que habl

s decir ni un

de estaba parado para presta

con ella le daba una valorac

rlo. Aunque a veces la pasa

lir de ese edificio. La D

ás tonto que sea no lo deje

ablarlo incluso entenderlo ―

ernura―. El chico que quiere

ue él quisiera que s

nto. Se sentía un imbécil to

mismo. No sabía cómo camb

estúpidas reglas que se había

podía sentir la paz que

y antes de salir sal

l próxim

decir ella—. Me olvidé de d

trar en

o el sexto mes de embarazo

e y disfrutar de los último

imeros con su bebe, antes d

crédulo. No estaba

n venir? ―preguntó con pesa

todo este tiempo guarda

a idea ―exclamó—. Tú no va

mi lugar todo ese tiempo. P

r como lo ha

en usted. No voy a contarle

no

ando―, mi colega va a tener

punto que hemos dejado hoy.

ocupará

ó para decirlo que Tyler sigu

ser lo mi

r bien. Te

por las calles de Nueva Córdo

suben y bajan. Es uno de lo

rm

era difícil ver una puesta

recían acorralarte

ntre el dolor del pasado y su

tos psicólogos viera y todos

ía, que er

entre valores. Ser una perso

alcaron toda su vida. Per

costó tanto contarle su secr

undo en saberlo. Ahora, otra p

a posibilidad de conocerla ant

aba. Caminaba cabeza gach

asta que llegó a la esquina y

o platos. Al otro lado,

a sin el uniforme. Vestía un

con ondas has

ismo tiempo. Ella lo reconoc

avel

exa en el moment

iguió caminando negánd

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