só que podría acabar con ello. No había visto a su padre desde el incidente, y casi le había dado un ataque para que vini

s familiares ya no eran lo mismo. Él tenía diez años y Xavier ocho cuando su mundo cambió. Después de su muerte, su padre se volvió duro, no el hombre despreocupado que había sido cuando su esposa esta

an sobrevivido. Pero la ausencia de su madre se se

a! —bramó el Rey Maxwell—. Ya era

—Padre, no habl

es una buena esposa estreana! ¡Ambos! ¡Sentar la cabeza! Busquen buenas mujeres de aquí —bebió un trago, dejó l

y gay —sus

ó: —Bueno... ¡eso no debería impedirte tomar una es

cientes de nuestro deber. Y no voy a t

el puño sobre la m

se levantó de la mesa, dejando la servilleta en su

cuando te estoy hab

o que haces, padre! ¡Nos hablas! O nos

orarse es otra historia —intervino Grays

aron a casarse hasta que el amor les golpeó en la cabeza? Por supuesto que no. Se

vino hacia Xavier: —Un ve

ió y volvió

son, esto no es cosa de risa! El

co más fuerte de lo que de

bos: —Entonces díganme, hijos míos, ¿qué progresos

zado a ver a algui

ción. Incluso Maryellen y Rachelle, las sirvientas, se queda

la compostura: —¡Bien por ti!

a, tanto que le salía por las orejas. A esas alturas, a Grayson le daba igual que su f

idas amorosas sean el centro de la disc

está pasando y este asunto con Marcus... bueno.... —el Rey se

ta en el hombro de su padre: —La

o más, salió con decisión por la puerta

bido demasiado —Grayson se dio la

ebido

: —No. He bebido una copa

uspiró: —

ría la oportun

mos mi

oqueo de su llavero y su Corve

ver por el

se dirigían por la carretera hacia su casa. Ob

haya delatado. Podía atacarme, per

sabía de todos modos —lo miró y sonrió—. De todos mo

el humor en las cosas. Sólo esperaba que mantuviera su actitud posit

*

ó a su hermano cuando detuvo el coche fre

duzco —luego le miró a los

l hombro y levantó una ceja: —Sí,

ió: —Nunca

e rió: —S

e un abrazo y lo soltó: —Ten

onrió: —

a puerta, Xavier añadió: —¡Tendrás que hablarme

u hermano debía sospechar que

e. Mucho

er asintió hacia él y movió su

ono móvil y marcó el número de Americ