alid
as-G
ro
queroso, me llena de mucha alegría. Amo hacer sufrir a la gente y amo mucho más que me imploren que los salve. V
pensa
trai
guer
a, yo lo seré. Siempre e
puedo decidir quién es digno de mi perdón. Por esa razón, esa mujer que está sentada tomando café y amando la v
ón en diez minutos —Parker me informa,
a —me burlo al verlo enojado—. Quita esa car
esa etapa de llamarme así. Además, fuiste tú quien me mató y
po genial
e y escuchar todos tus lamentos —se queja—. Ni bombero quería ser,
—le señalo a la chica—. Ella me molesta, Parker. Tan solo con verla t
ig? —lo miro mal—. T
el corazón —mi voz sonó más gruesa
vuelve a quejar—, y aprovecha de irte, la chica salió de la
la silla y tomo el cuello de Park
u cuello al escucharlo romperse—. So
—me empuja y se levanta de la
e saca el dedo del medio—. Que vulgar. Que Dios
rro rabioso y me quitó mi primer juguete. Por eso yo le quité a Parker y lo hice mi sirviente… bueno, l
le puse a mi adorable cachorro de tres cabezas, en la tierra, per
del universo, choco con la chica tumbándole los libros y haciéndola caer al suelo,
de cabellos coloridos tirada en el suelo, el sujeto del auto qu
me deje
cabelludo, voy hacia ella y verifico que no le pasara más na
s llorosos y logro sentir su miedo, su corazón e
ra temblorosa—. Yo no lo vi ven
adeza levanto a la chica y la saco de la calle para sentarla en una de las sillas de la cafetería,
ura en su pie izquierdo también—. Deberíamos ir al hospital para que te traten las heridas y verificar
Mi padre es el jefe de policías y me va a
esant
que revisen tus heridas —sus manos es
ca —alzo una ceja—. Siento como si una presencia malign
y hace una mueca de dol
undida—. Iremos caminando, no traje el auto porque es
está bien —son
sufrir para que
*
iente porque su documentación no la traía con ella, así que tuvo que llamar a su padre para que pudieran hacer los chequeos.
—digo, haciéndola reír
yor parte de mi niñez en un hospital y por más que yo quis
é, yo te
bien —la hago sonreír—. ¿Tienes n
pital —me extiende la mano—. Es costumbre estrechar las manos
orque tiene un tatuaje de
ella frunce el ceño y veo como su piel se eriz
logro ver que también tiene un tatuaje. Suspiro al ver llegar al j
a es tu ado
ue venir al hospital —me extiende su mano, también veo que tiene un diamante pequ
e las personas —miento—. Soy Aaron y me a
—me pregun
hecho, creo que me harán algún tipo de
ien? —cuest
deber. Espero te recuperes pronto y todo vay
s de demonios más importantes de la ciudad. Son casi
pre la he ocultado muy bien. Ahora entiendo q
guete y su boni
ora de demonios y cas