a

ta, había conocido a mujeres intensas ant

una buena propina, lo prometo” por la forma en que lo dijo cualqui

yo suelo ser muy bueno en eso, por eso mis clientas siempre quedaban tan satisfechas, sabía exactam

a noche no la volverás a ver, igual como pasa con todas”

físico para que ellas quisieran “jugar conmigo” y me encantaba serlo, esas viejas calentonas y necesitadas me

pa la noche, eres una pequeña mina de oro, hijo de perra- dijo desordenándome el cabello, ella era

es algo ra

que pagar por sexo -respondió

na vuelta y vuelvo -dije tomando m

egues tarde

la noche es l

ño… -dijo, y

yo, mi madre siempre decía lo mismo, la diferencia es que madame, al menos cuidaba bien de Jonathan y los demás, comida, ropa, medico, incluso les tenía un profesor, mi madre nunca se preocupó de nada de eso… pero en el club no había lugar para

ndo pa comprarla, Jonathan era la excusa, pero la verdad era que yo también la quería. Despu

bultada, ¿te fuiste de

pecial realmente- Dije como restándole impo

triendo la mente “mi muchacho” -dijo en

n serio no

chila y tiro la consola con los 3 juegos que había comprado, al suelo-

lo es una consola, sol

ás? ¿Crees que esto es

ue no

as hasta que llegue tu clienta!, ¡y te qu

¡eso no

tonces no la necesitas, ahora fuera de mi vist

ldita vieja bruja, a ver si se agarra a alguien para que nos deje de joder la vida” pensé, me tiré

me dijo su nombre. No nos quedamos en el club, fuimos a un lujoso hotel, con tan solo respi

s, sus fluidos eran deliciosos. Luego ella se subió sobre mi y me montó durante horas, luego me pidió que le diera por el culo, luego por delante, arriba, abajo, en la ca

ré seguir- Dije, miré mi reloj, eran las cuatro

lata de Coca-Cola y empecé a beber mientras la escuchaba- y te prepares para ser mi novio -Me atrag

isc

a en la empresa, necesito que fijas ser m

z con eso- dije pensando en l

e, te estoy contratando a ti, di

s hablando? -dije

serás mío hasta el

da madame! ¡eran 10 palos, con eso podría independizarme y ofrecer mis serv

ijo, bueno… eso no me lo esperaba pero, ¡a la mierda