, me di cuenta de que estaba encantado. Queda muy poco antes de

migueo y un dolor punzante que atravesaba todo el

o era cómodo para el otro, y ambos respiraban con d

lmente, no por casualidad nos encontramos hoy en la calle? ¿Quizás es el destino?

el ano, juntando y separando mis dedos, brindándole un placer incre

irando de forma intermitente. Los dos ya estáb

pulso. No pude soportarlo y gemí en voz alta. Entonces comencé a inse

ue estaba pasando me atravesaron, parecían

considerar que el sexo anal

abundante saliva y comencé a chuparla con mucha del

or este proceso y la polla llegó a mi garganta, su glande descansaba contra mis amígdalas, y mis

del tipo, su polla tembló por última vez y un enorme c

osteriores que salpicaron en mi boca. Ruslan exhaló r

o lado, se detuvo por un momento, reuniendo fuerzas, y luego continuó dándome placer, hacie

mientos de dedos en mi ano. Y era difícil soportar esta

, mi cuerpo se estremeció por un largo or

o estaba acostado a mi lado, mirándome a los oj

ión, entendí que era muy bueno con este chico. Sen

te lo juro, ¡fue increíble! Dije con

odo diferente. – respondió Rus

ho reír. – Me excitaste ta

enetré el culo con mi

preguntas? –

te, ¿pero te quedas callado por cortesía? – Se encogió de hombros, mirándome con

n fue increíble. – Me apresuré a asegurarle. – ¿Y

odo est

gusta cuando t

se dio la vuel

completamente normal. Si realmente te brinda tanto placer, estoy listo para seguir haciéndol

tás! – el chico se ave

té de calmarlo y comencé a besar su cuello anima

, abriendo el agujero. El chico apretó sus nalgas co

a palmada en la nalga, me levanté d

logramos el objetivo principal por el que

o me hizo una seña con el dedo y señaló el pene. Y a

me miró descaradame

brió con una ola. Quería sentir tan pr

uslan susurró apasionadamente en mi

Su hermoso pene ya col

ada hasta los testículos, luego acaricié suaveme

hacia mí. La polla de Ruslan se volvió aú

la reacción del chico y retorció su

pero difícilmente habría sucedido. Tal vez algún día… Y ahora

– Ruslan me jaló del ca