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Historia

Capítulo 2 Entre la ruina y la pasión

Palabras:5023    |    Actualizado en: 04/03/2022

tuando la oscuridad silenciosa de ese casa, a Mara se le ocu

as después de su cumpleaños dieciséis años, se escapó de

ue pensando en convertir esa falsa acusación en una verdadera. El hijo, que tenía

la noche. El corazón de Mara se aceleró en ese espacio con

hizo imposible. El destino s

do aquí, y era hora de que Mar

frente a

isamente eso, tratando de ignorar la forma en que

d, bloqueando su salida. Entonces el Lo pasó, diri

había perdido una vez, podría repetirlo todo de nuevo. Ella podría correr. Y per

antes de que te alcance”, ad

on el rostro iluminado por la luz. primera vez esa noche. Ha

piel tersa y perfecta ganó ángulos duros y la sombra de la bar

ría que llevaron esa no

daban secretos. por supuesto que el atraparía si ella c

Era Margaret MacIntyre desde el momento en que desapareció esa noche. pero vo

e dio sentido. Su únic

e conducían a una habitación que estaba parte biblioteca,

e extendía sobre los muebles

chado para hacer fuego en l

gran duque encendiendo el

nes sirv

en sus gruesos muslos. “Una muj

"No", respondi

ue el Assassin Duke". No había ira en s

freció. Tampoco la invitó a siéntate mientras él

ra, sacudiendo el vaso con dos dedos mientras la observaba, su

ó a los ojos. Ella también sabía jugar. Doce años

n que ambos compartían. EL El pensamiento pasó por s

l no. Fue víctima del plan

nunca tuvo la intención de q

se convirtió en una víctima

demasiado tarde para preguntar disculpas. Ella era la responsa

mo si ella fuera a olvidar La forma en que la miraba

. Y ella no podía perder contra él. Así que Mara esperó, tratando de no molestar. Tratando de no saltar de miedo con cada c

os ojos. Esperó hasta que no pudo sop

quí más de lo que te

rinótode, yneulelavos,elammoridsmióalarilseangquae, etellma hearobsía eds

e dolor que

considerado la posibilidad de que usted

dos víctimas

a no quería fingir que hab

años... pero si ella supiera cómo la cambia

ón en ese momento. Al igual que no tuvo elección esa noche. Hay momentos que

a y bien,

Londres a sus pies, si ese fuera el caso. querid

Alteza. ” Sus ojo

su silla. “Parece que mi atacante no es

dido afuera, antes de s

que no debería sentirse de esta manera. Ese calor se había ido para entonces, reemplazado por una cal

te ag

o. Continuó mirándola. "Un ment

a barbilla. "Y

do que estabas muerto. “El

ó sus ojo

e que todos sacaran sus

erse. dedos con una energía casi desenfrenada. Notó el movimiento, que notó en

es. Pero antes de ella no hab

ridad y autoconservación, y por un momento el arrepen

en al mismo tiempo salvar la vida que ella había construido y destruirla. la elecc

año. era lo que ella queria decir, pero él no lo creerí

él tenía la llave de ese futuro. “Desaparecí, es

gamos a este mom

a ese pensamiento. Solo había

era cierto. Y

s cejas, s

a tanta sinceridad”. El

lo complican todo”. E

a preguntar p

da de ira que acomp

vi

do hasta el ú

su d

cambiar eso". “El po

y decidió come

el gran Templo es una espejismo. Tu siempre ganas.

ue no lo hayas hecho. Así que me

os negros pudieran volverse

os

en contact

ndo sobre la inoportuna re

has estado en

nte para que se levante de su sillón y cruce la habitación, enfren

un manojo de músculos duros como acero en tu espalda

antes de que pudiera responder, agregó: “No ti

la pared de hierro allí. empujado. EL el esf

staba cerca. Demasiado cerca. “Tal vez no idiota. Quizás genial. Después de todo,

eraba poder mitigar. “

ró sus

y fuerte." Su voz era bajo, un susurro en su oído. “Deb

su toque. Más tarde estaría orgullosa de su

deberías hacer es

atrás cuando Temple se apartó y comenzó a pasearse

ición, enjaulado y frustrad

estia. Él mismo era indómito. "Yo no estaría tan seguro",

o hacer que un

osteniendo su mirada negra

único que

oció la ira, la conmoción y sorpresa, pero fue el

los chismes. En especulaciones. ¿O fue? Ella debería decir algo. ¿Pero

o?" Endureció su mirada.

mundo. "Lamento que te hayas involucrado de e

lo

verdad? ¿O un

ar las cosas que quiero".

que esté

sosteniendo el vaso y causando que Mara retroce

des, ¿v

las manos, como si pudiera detenerlo, buscando lo co

lo que es pe

i

o que fue per

d. Pero él sabía mejor q

ítulo, mi tie

a de eso… sigues siendo un

o largo de los años, saliendo rápido y defensivo. “La tierra sigue

los ojos. "¿C

ención”. "

te a la propiedad?" “¿De

que no has perdido tant

vocativos que eran. ¿Está por ahí? corrió hacia atrás, colocand

ir.

ó a dar vueltas alrededor de l

manteniendo los muebles entre

s eno

egó con

do lo que estoy sintiendo". Ella asintió,

oso." “Casi eso”,

tam

caba el aparador. Eso definitivamen

”, agregó.

le a su espalda. A

EL Está hecho." Se detuvo, y por un instante ella captó su atención. “Si no es

ue estoy aquí. Me presentaré. Me mostraré a la

n el aparador.

se había dado cuenta de que e

imaginado. Mara asintió. "S

rles a todo

odió, y la forma en que representaban un

difícil que haría en su vida,

salvar lo que estaba importante. Solo tuvo una oportunida

a condi

te y atronadora. Ella fr

na sonrisa malvada y sin humor. "¿Quieres negociar

me dio ganas

saparecer de nuevo. La amenaz

eran tan serias, tan honestas,

ella se

so si me encuentras, la aristocracia no tomará simplemente tu palabra

su mandíbula se contrajo. cuando hab

nunca te necesitaré". E

ueba de quién soy. Y tu vas pe

cio cuando las palabras

ra llegó a pensar que había

a levantó la barbilla. "Creo

o justo por des

itación. Era uno de los ho

os y hombres desesperados por ganarse su confianza. Mantuvo el título, la

o que no debería, pero incapaz de hacerlo. para cont

..." comenzó, luego s

ual de estúpido ahora dieciséis años si cree que está en condi

ía que hacer era mirar a los ojos furiosos y de ese hombre

el camino para que él lo lograra. “¿No puedes ve

arlo. el no era un asesino. Ella lo sabía mejo

hecho desde entonces. disp

ue era lo que ella estab

o había considerado todas la

o sola durante doce años. Y había aprendido

n sillón junto a la chimenea. "Puedessen

l escuchar eso. "¿Qu

ta, Srta. bajo y no tengo la mas minim

zón se

tu prisioner

o que había dicho antes res

n error de cálculo aterrado

se acercó a la botella del otro lado. extremo de la recortado

o la ceja levantada acusadora. “Puedo toma

nga

es de responder. "Si

ndo vaso, esperando que no lo hiciera. s

aci

hará ganar puntos?” Ella se sentó e

escapar el aliento, mirando fijamente el líquido,

ironía. “Me imagino que lo disfrutaste

e no debía tratar de corregirlo. “¿Y si te dijera que

pre f

estas cosas. Me di cuenta de que p

lla lo miró con los ojos en

de doce años

iera de esta manera", dijo, dá

e pretendía. "No te reconocem

o resp

cuando se le preguntó. Se merece una paliza. Él... Temple vaciló. Mara contuvo la respira

, y Mara se levantó de su silla. sillón, corazón acelerad

ualquier hombre que ella conociera. Cuando eran má

us pensamientos.

, dejándolo entre ellos. “

ahora? No te dejó e

o mientras se zambullía en el hacia ella, sin dar en el b

vo.

ó al

ués de todo, ella no era un monstruo. No es que él lo creería. cuando despertaste. Mara miró fijamente al duqu

i seguía repitiéndose es

sentirse culpable por todo. L

a un monstruo. ¿Cuál de

incluso inconscientemente. Y hermosa, aunque no de una m

bajo, notando las largas

esalen del cuello de la camisa sin corbata, la curva de la ma

os agudos y líneas inclinadas: el tipo de cara que hace que las mujeres pierdan juicio por él. Mara

risa fácil y mostraba d

ometía mucho más que bro

que era cualquier cosa menos un aristócrata. Un mozo de cuadra. O creado. o tal

una d

enía que preocuparse por

caballero más despreocupado de la región. Pero, por supuesto, debería haberse dado cuen

Bretaña, y él el único homb

siquiera se le pasó por la cabe

o. El hombre que yacía tirado en ese momento en el suelo de caoba n

astante aliviada cuando vio su amplio pecho subiendo y

edo, después de todo, si se d

a. Feliz no era la pala

oleada de pánico recorrer

se imaginó a sí misma haciéndolo, pero nunca pensó que tendr

e que ella supiera por qué lo estaba haciendo Pero

de los dedos, encontrando el bordes lisos de la cicatriz

ió por las discretas crestas

batallas que habían producido esos fracturas Y el dolor que

le impuso. "¿Qu

piro. Él no respondió, y Ma

suficiente... pero sus dedos alcanzaron la delgada línea blanca, apenas tocando la pi

dose con la suavidad. Reco

su boca. De

u atención en el resto de la habitación. duque, hasta la for

dano. Parecía incómodo, y

cándolo en línea con el cuerpo. Pero cuando Mara tomó

nden como ríos cortando a través de un paisaje, la form

por la experiencia. “¿Por q

r indiferente a su presencia. En memoria de él, joven, encantador y guapo,

vantó y fue a darle de comer al chimenea con más leña, removiendo las brasas para avivar el fuego. después de las llamas Las chicas doradas bailaron

sadores esta

sta situación. Si tuviese simplemente accediste

ormeseptoannd

culpa de mi muerte". P

ucediera de la forma en que lo hizo.

ella se

s por qué h

n un largo suspiro.

ría furioso. Ella suspiró. "Bien. A

sta. "No h

na parte de ella, una parte muy lúcido e inteligente -

arte ella -no tan lúcida y no tan inteligente- que sabía que había llegado el momento para

que quiera

l día, intacto. Ella se preguntó si era el tipo de hombre que

. importancia. Luego rasgó la mitad de la hoja de periódico, luego rebuscó en los cajones de

acia él, quien seguía tan quieto como un cadáver. Se quit

susurró a Temple. “Espero

l duque, recuperó el cuchillo que Estaba en su bota y

lo frío que estaba el ambi

l. En una silla en la esqu

había drogado a ese hombre. Mara cruzó la habitación y, a

uerpo, tratando de no prestar atención a la su tamaño E

ra. No consiguió. "Lo

go se

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