El Delegado 2 ( Duologia Los Delegados )

a

quisiera salir de mi cuerpo. Aunque sabía que ella escondía algunos secretos, uno de ellos lo había descubierto por casualidad cuando fu

asi todas las noches le pego una en honor a ella. Raquel era como esa morena caliente, como todas las brasileñas, de oj

las mujeres a las que les encantaba usar ropa corta. Raquel sin embargo no podía beber con Nella, porque ambas se drogaban muy rápi

mi hermana, estaba mal que yo quisiera lo mismo, pero la mujer que elegí para ser

sido embrujado por una Dominatrix ? Si alguien me hubiera dicho que esto sería t

queriendo estar al tanto de las noticias que publicaba y siempre me se

ombre de las cavernas se liberó, no queriendo a ningún chico cerca

a mi hermana entrar y sentarse justo frente a m

o de recuperarme; No creo que lo haga nunca, porque Nella siempre me h

inar que estás soñando despierto, ahí?

muy gruesa. No estaba en mi mejor mo

, vine a conocer a Diogo

ola, era mi niña, la mimaba mucho. María Eduarda

ese nombre me pone en alerta, estaba loco

bien?" Le pr

l y yo habíamos bautizado a mi sobrina y después de eso no nos habíamos vuelto a ver . Y cada vez que Nella

upada, con los lanzamientos de n

tus libros? —pregunt

evas historias, sinceramente, nunca fui mucho de un libro, aunque

un libro sobre un sacerdote, ¿qué te

ando? Pregunto

o! dice, riénd

Nella grita y corre a los brazos de Diogo. Comienzan a be

ir a su habitación y quedarse allí

para estar más relajado! — me comenta Diogo y p

nsar en eso

morena de ojos verdes. — Ella parpadea, y miro

¿verdad?" - Dio

dijo", dice, defen

e está gustando tu amigo

que era verdad, sentí que no era la única que tenía ese sentimiento

ue ver conmigo?" — Lo confieso, ya no

é te parece? – pregunta y viene a abrazarme, yo me estaba debilitando, mis sentimientos

con ella!" Le digo

! - dice Nella y soltamos nuestro ab

- les digo y me despido de ellos, que ya s

Diogo y yo somos buenos amigos, socios profesionales y hermanos de sangre. Menos mal que estaba asignado a la mi

ría a dormir, ya que Diogo y Nella iban a disfrutar un poco de su boda. ¡Tenía tantas ganas de ver a Raquel! ¿Q

do era mayor de ser rechazada y quiero verla en persona, entonces tomo mi placa y el arma y salgo de mi habitación sin pasar por el recepción de la comisaría primero, diciénd

era; me dan ganas de encender una radio para escuchar una canción. Tal vez me ay

a la había escuchado, pues no lo creía, la canción decía cosas que tenían todo que

hombre ama

tener tu ment

iaria e

bueno que

ella, haría cualquier cosa por ella para ver que la haría feliz como ningún ho

hombre ama

ondo de

erte tant

jugando al

último en

ionados nunca

ael Bolton, detuve el auto al costado de la carretera y Tomé mi celular y rápidamente entré al sitio y lo puse a descargar la música y, cuando termina, lo pongo a repr

onó algo sobre que Raquel se tenía que ir, pero no recuerdo. Ella debería estar en casa; por cu

y muestra a una Raquel muy sorprendida, tal vez queriendo sab

n Nella y Diogo? pregu

l, no te preocupes,

reo que tratando de adivinar lo que esta

rmosa que estaba allí frente a mí, vistiendo un camisón s

on miedo. ¡Podría ser que ella estaba con un h

oso de escuchar un sí y descubrir que la per

toy sola, sino acompañada”, me responde, respiro aliviada,

trar? —pregunto, esperando

e arreglar y, cuando todo estuvo claro, mataría mis locas ganas de estrec