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Historia
Mi Dueño..

Mi Dueño..

Autor: Rossetica
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Capítulo 1 Cap

Palabras:1857    |    Actualizado en: 12/04/2022

on, frente a una nueva pitonisa, que no hace más

llares decorando su cuello de aspecto agitanado — se puede ver en su futuro, tres cambios important

tido gris clásico, aferrado a m

específica ? — p

aprender a elegir mejor en quién confiar, y sobre todo, debe desconfiar de todos, incluso de aquel

ba y yo entendí

a de todos los hombres que se me arriman, pero debo confesar que a pesar de eso, no he podido triunfar en el amor. Nadie consigue llenar mis vacíos existenciales. Tengo un negocio propio, una familia numerosa y una independencia a

so, que solo me ha dejado m

jo cosas similares y est

morir? — esto había sido

ística a veces y dejarme guiar por sensaciones

muerte. Pero todo s

rme traído, salí de allí, con poco más que absurdas

otro detalle, se

que no había venido hasta aquí, otra vez a las manos de una adivinadora,

o me las ofrece para que escoja una, saco del

esperado, una persona entrará en su vida como un vendaval y no habrá nada que pueda hacer para soportar sus vientos. Deberá de

ora solo me cuenta enigmas que rozan en las metáforas y

aber lo que está escrito, cua

acertó en todo — se defendía mi prima,

verdad. Había sido un verdadero fiasco poner mis du

a lo mencionó. — le explicaba, descruzando mis piernas, indicand

í una mesa que diera a la calle, a ver si mirando el mundo

lla, toda morena y con sus ojos casi tan azules como los míos, estaba ata

e sufrirte en el viaje de regreso — dije, beb

ad... Que sosa

muy unidas, casi hermanas y nos conocíamo

do cinco hijos y cada uno de ellos, tenía al menos dos hijos.

todos éramos

igió que nadie se fuera de la propie

sitio, no es necesariamente sinónimo de uni

la. Cada cual en sus bungalows, pero era un

rminaba de crecer, como yo quería. Sentía que el mundo conspiraba en mi contra y que nada salía tan bien como quería o trabajaba por l

na, lejos de la riqueza de mi apellido. Era tan incómodo vivir a expensas de las carteras de otros. Me hacía sentir una oportuni

idido hacía mucho, montar un ne

bautizos, mientras yo, tengo mi empresa en ascenso, p

n una fiesta privada, ya tengo invitaciones

bochinche en algún la

sistí, mientras regresábamos a ca

n poco de marcha. Quedarme en casa significaría, helado

d estaban casi

adres, mis tíos los papás de Bianca y mis primos, Caleb y Zach

ser, los causantes de que mi tía Salime no estuviera nunca en la propiedad. Era la única divorciada de la familia y por celos entre mi tía Karla y ella, por el tío Manu, ella pasaba

— preguntó él abuelo, na

uelo — dijo Bianca diverti

oyarse — ni siquiera protestó por los comentarios

uesto siempre y aunque podía ser un poco pesado para muchos,

ba haciendo nada, en la bendita fiesta a la que Bianca

de las habitaciones, con Marcos, su amor prohibido. Un tío a punto de ca

o a lo lejos a mi ex, que venía hacia mí, c

no me eché a co

meses de no estar juntos, dónde quiera que me veía, me montaba una escena de celos y era agotador. Podía llegar a po

noche para lid

que no tenía mi móvil. Lo había dejado en el bolso de Bia, no quise traer

l suyo y le informara a mi prima

entí de pronto tan relajada en el interior del coche q

s en la rampa de mi zona de la villa y mirando hacia

a la som

la puerta de mi piscina, pues no tenía llaves y aunque en la

piscina siempr

me. Estaba esperando qu

jaba las bolas del suelo encendidas. Fuí hasta donde se enciende

ndieron finalmente, no supe cómo y alumbraron todo, mis gritos hiciero

de mi abuelo y con las m

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