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Historia

Capítulo 7 Ella

Palabras:2290    |    Actualizado en: 05/05/2022

e estab

hacía

e termina su cigarrillo. Se levanta, y con la poca luz puedo observar su

ndo sus brazos hacia a mi. No dudo ni un

Podía pasar más tiempo con nosotros, pero al pasar los años, fuimos creciendo, y aunque a mi mamá le v

pero lograba cubrir cada gasto. Se volvió mejor, y ahora gana más. Ya no era necesario que trabajara tanto. P

o contra su pecho, sigu

ti, mi p

osas que me importan en la vida, y saber que no pueda l

regunto, mientras no

iendo? —finge u

e guardaría en mi armario para

dado cuenta, cuánto ha

comida al menos

te port

ozco bien. Cuándo papá viene no es por nada, y mamá

? Sé que no está

que habla

,

pone serio es porq

ue la que le echó pescado crudo en el bolso de la señorita Smith.

rudo? —dice con una muesca de asco. Y sí

. Ella desde el año pasado sospechaba que tenía algo en su contra, pero no le creí hasta ahora

n la misma, pero no la calificación

ía que iba a hacer hasta que ella volvió, y pegó un grito que se escuchó hasta en J

o el tema— dime c

ees que es u

uí. —contesto co

undos, hasta que

cepciona mucho que no hayas acu

—es lo único q

tante. Esto es grave Á

e dijo, ¿fue Chelsea? —es lo que quiero sa

orta— fue Lucas. El

or. Y yo que

o. La persona que está detrás de

bas. Y sé que estás ocupado con tus casos, n

suavidad para cen

í, eres mi hija, y eso significa que eres mi res

Yo no quiero ser otro dolor para mis pad

. —respondo—

én está detrás de estos mensajes

io. —ignora

n te llevará a la preparatoria, y al grupo d

una b

qué no

ñero. ¡ya voy a cu

ienes 18, y mientras tanto har

sabe? —p

S

qué

encantado

una b

—intent

ido distinto si me fueras avisado antes

una niña de 10 años, y no n

to es lo que queda, lo haré. —su voz se rompe— ya

s caigo e

e en verdad se ha ido. No quiero aceptarlo, porque en el momento en que lo acepte,

rmana gem

3 a

, aburrida. Buscando c

de seguro con su novia Cristal. Mi padre

no, aquí

na con él. Ya que iban a celebrar algo del padre. Inicialmente iba a

día ser a la suerte, tenía que ser algo justo. Así que ella sugirió que cada

ro mi papá estaba apurado y

al ell

abuela. Fue la mejor lasaña que probé

quedaron muy buenas, como las del cine. Pero al final, no fue suficiente. Así que

o que dice "siempre", el otro lo tiene Adela que dice "juntas". En nuestro cum

en. Salgo de mis pensamientos cu

i he

y es raro que hay

eja. —dice, boca

istel? —asiente—

Ustedes las mujeres

me o

pego con

s que están

o el

¿

e están mis cejas?

—sigo co

ra su cara en

a que viene

a que mis cejas

¿

depilarlas

O

í.

o me c

e es por es

r qu

ele molestarse porqu

Por eso n

dijo ante

i estuviera

só como siempre y me hizo una c

o recordando cuán

ron? —esto se está

rselas se ofrecieron para que practicaran con ellos. A mí no me gustaba mucho la idea, hasta que la vi, no tenía a nadie, y parecía estar tris

algo sigue

e no se te

asta que algo hace

illos sacando una cajita

a veo una hojilla que brilla

? —pregunto,

ordar o algo así. La v

abeza hace un cli

golpe en

eja— ¿a qué h

res un

ora po

que no lo hay

la fecha del día

ce como si

es la

e pone

a fecha no me ayudará a res

sí. —digo con

qué lo

la fecha, y

a de fastidio

de J

fecha

su

e corta— mierda

o dije.

anos por la cara— con razón se molestó cuándo le

manito. —palm

por ti, aún pensaría q

si se ponen l

burla— Te recompe

asta que veo que se acerca

,

e signif

za haciéndome cosqui

en sentir debilidad, y es a

r... —intento de

mientras intento golpearlo con

haría sin t

después yo me pongo así. Y eso n

curr

ho pecho peludos.

á l

o a mi madre. Pero no es la

ista está perdida. Como si fuera un zombie. Su mirada se enfoca en

enseguida nos acercamos a ella

é pasó? —pregunta mi herm

... Muerta.

me esper

én es

mpieza a lat

on la voz baja— A

i mundo de

damente, y escucho como me llaman pero no hago caso. Bajo las esc

a si me ven. Empiezo a llorar con más fuerza. Y

s. Me he cortado, tengo la hojilla en mi mano derecha y

. Al contrario, s

ento mareada y cansada. Siento mi

ste?! —intentan

rgan en brazos, y

me animaba a seguir con el fútbol a pesar de que decían que era para hombres. La que gritaba mis goles. La que celebraba mis victori

mue

oportan más, y to

*

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