img Sentimiento de una Cuarentena  /  Capítulo 3 TRES | 8.82%
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Historia

Capítulo 3 TRES

Palabras:3007    |    Actualizado en: 12/05/2022

ERA

L

na sola palabra. ¿Qué

ese

na cuando un policía me tomo para detenerme, mis manos aterrizaron en la sangre de mi abuelito y Luis no tardó en sujetarme con sus brazos. Estaba llora

amé con el coraz

sas de llorar y me sentí muy sola de repente. Una

o ya, no sufrirá más—me dijo el señor

intentar ser fuerte? ¿Dónde estaba la mujer pod

*

vivir y tan poco tiempo que nos queda. Luís ha estado conmigo desde su muerte. Don Pedro quería que se le cremará cuando el falleciera y eso fue lo que hicimos. Nos entrega

Y lamento más que sea e

ganizar una ceremonia para

mundo ya está muy podrido como par

las cenizas de Don Pedro en la biblioteca de la casa, pusimos la cajita sobre un hueco en el librero. ¡Ese sería su lugar!

ambre?—preg

ú tienes

a podido alimentarme de una buena manera, como si el duelo me impidiera llevar

aron alitas en el congelador

ente de que es lo quieres en esta vida? ¿Que co

*

as

s, no salía de mi habitación. Tenía la costumbre de mirar por la ventana todas las noches antes de que la noche se convirtiera en una maldita depravación y si existía la oportunidad, prefería tomar el fresco de la noche mientras él arreglaba las cuentas con ella. La puerta de mi habitación se abría, caminaba hasta mi. Siempre

*

ese

a llamado? —p

alitas de pollo que él mismo había preparado con

o contestarle!

parecía estar per

sto ahí —me dijo señalando con s

rado! Regino estaba afuera, podíamos verlo a través del enorme cristal de los ventanales de la e

rees que

Ha venido por ti es

quedar frente a nosotros. ¿Que sentía

stás? —me

estado

sa señor! —in

sentarse con nosotros. De pronto parecía como si no supiéram

o de don Pedro! Es

ya no siente nad

yer —añadió—,

os días desde la última vez que no vimos en su

es lo q

pasará con mi vida? ¿

Si

ida, continuar, pasar página iniciar un ciclo nuevo. ¡Y tratar de ser muy opt

ida”. ¿Eso me quedaba? ¿Buscar hasta encontrar

Ya

e es lo

rte y muy decidida. ¡M

rminar de decir su

rar, calmé mi respiración y me obligue a contenerlo todo. Don Pedro me había dicho que no

siento así, entonces su visión acerca de mí sería mu

ó sus

Fue un gran lan

lo vea —hice una pausa—. ¿

arregló la corbata

eremos la excepción. La fase tres comenzará ya, estamos a punto de llegar al semáforo rojo en contagios y vengo con la inten

leno de confusión emocional. Aún no había podido arreglar el desastre de su asesinato y las noches no eran lo suficientemente profun

o no

ea! ¡Vete Ivin! —m

una realidad entonces. Luis estaba interfiriendo en mi

sco y debo arreglarlo sola. N

ros tirados, la ausencia del charco de sangre, papeles, vidrios rotos y él ya no era más. ¡Eso era lo único que no había podido arreglar en esta casa! Me

stás haciendo? —Lu

Vet

conmigo, deja eso Ivin. ¡Y

árga

ame! —ex

lor. Esta vida me dolía a todo fuego. Luís intento ac

rregle el rostro, detu

mpre tendrás que h

me ves llorar, estás

enteraron de mi situación. Prácticamente soy como una hué

todo est

bijada, casi me derrumbó de forma completa pero mi dure

tarían bien la

forzar para que se ponga bien! —dije refiriéndome

en en casa de Regino. Yo estaré

leva

verme. ¿Que decisión tomaría al respecto? Parecía que este

s cosas. Decidí qu

alma sentirse segura de la vida. Me ofreció trabajo, cuidado, techo, alimento y una familia. Ahora todo lo que tenía eran simpl

cuaderno, mis pinceles y un estuche de pinturas que don Pedro me había regalado. Cerré la mochila y antes de irme d

lor de colores entre el oro y la plata. ¿Que era aquel detalle? La tomé con cuidado. Era un broche para el cabello, era aquel broche que seguramente había dejado en mi anterior vida, un recuerdo muy vag

hasta aquí?

ís observándome desde

ya e

a solas antes de que te

ron observando la peineta

vo? Se ve muy bie

o al b

Él me

erdad de mis

*

e a Luís que fuera de vez en cuando a dar un vistazo a la cafetería si era que él

mportancia de ser precavidos. En la caseta de vigilancia del fraccionamiento revisaban la temperatura del chófer y preguntaban por los demás pasajeros. L

preguntó—. ¿O quieres ve

hará

ue contestar algunas llamadas de trabajo. Y quisiera dormir te

sa l

iera ver la habitac

ninguna habitación, siéntete en confianza. La habi

s por tra

de música y un grupo de personas gritando y bebiendo. Seguimos caminando por un pasillo que conducía a un gran balcón, nos

s tu hab

casa de don Pedro. Una cama kingsize para mí sólita, suelo alfombrado, el bañó bie

ara que bajes a cenar cuando esté puesta la

Gracias por su

o dentro de una tina y con un jabón con aroma a no se que cosa, pero olía bastante bien. Puse música de Selena Gómez,

r comenzó

al? —pregu

Nada fuera

ue h

alando en mi nu

vivir ahí,

ado. Tu casa es mejor que e

nes ve

balcón

ue c

orteño me hi

nos lo chillona

cena

ronto. ¿Tú

de mi boleto pa

pre si

s planes del viaje y me soli

nre

ndo te

a las 6 de

. ¿Tu pap

a hablé

ate las manos y desinfectaté a cada rato

ímo

a. Ya tengo

n a la

en! E

lla. El chico me estaba mirando, unos ojos brillantes,

té al ver qué

na está

. Ahor

rta. Luís seguí

ás a

inieron a

Buen prov

Te me vas con

No dejes que nadie te d

engo mi cuch

es dales

a llamada d

con él en la mesa. Algunos de ellos estuvieron en la comida del día pa

dije. Algunos ya

que dijeron. Y se m

lato estaba servido, espagueti a la boloñesa. Di mí primer bocado. Seg

en el rostro

do el cuchillo en la cena del otro día. M

cia me moles

a un chico

e riendo—. ¿Te v

a intacto. Señalé

impo

en su plato. Le di vueltas y jale un trozo de

aban riendo. R

or qué la

ó Regino—. Deja de moles

e sorpresa tan

no es mi

rigió a mirar

culpó. Alzó la vista y comenzó—. Él es Carlos y Jenny su

n mirando y asintieron en forma

de que yo pudiera tener hermanos. Un gusto

ntes, tranquilos y demasiado bonitos. Junto a Manuel estaba sentado un joven, el joven que había

y Édgar! —

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