sas y reviso

s visto al

davía

ita Knowles. dice L

n mi di

, de cara a

orita Knowles ya n

rat, seré la nu

mí y me mira d

bonito que

medir al menos 1,90

no exagerado. Su cab

parece que no se ha afeita

noche, estaba bien af

tán brillando por alguna

boca y veo que se a

usted? pregunta, sin a

os

un poco de nerviosismo

ce te

ajo otra vez, me da

bitac

fue

ítu

ss

bajo transcurre con

o mensajes, no

no me dirigió u

a en sus ojos era un poco i

ta mucho la c

cia arriba y sonrío

stop

ual es tu nomb

mira con el c

¿No sabes quie

jad

— Trato de redimir

mer dí

debería elegir mejor

cara de pocos ami

jores y más grandes est

N

ont, lo siento, est

to de sonar agradable,

visto en varias rev

topher verme?

as con

favor. Sigo co

r bi

lamo a la ofcina del

a rápid

de. La educación no

rre Beaumont

rato, estoy en una co

uelga en

oran

ncia telefónica y te

niega con la cabeza. "

té

e una vez más y se s

onrío, pero de verdad,

stá en el mismo piso d

jada de las otr

erre es de pocos. -

chica que traba

er el único que pi

s tomo

de los mejores est

en tono d

nocía, y él dijo

son así. Prepárat

sé que estos asun

agen

í, y estos son los

que será mejor que te aprend

agencia del se

tan ma

le costó pronuncia

r dio un berrinche y di

o al r

go con un poco

gliesh entendió el mo

modelo es real

regunto, solo p

é, es ruso. ¿Cua

ca y la

café en mi mano. 'Cr

e el 'mejor estilista de

aq

jor.' — Dejo el café

por

esa. Me doy cuenta de qu

ya no me gu

sobresalto al darme

ya no e

fu

del señor Daligliesh y

e ha ido, interrumpiré la

é h

eguntarle

ia me sonríe. ¿Dó

umo

del señor Dalgliesh

contestó. Se encoge de

pero el Sr. Beaumont es

prim

mier

rac

e café con más fuer

me atenaza. El Sr

e y defnitivamente

dirijo a la puerta

ción profunda y l

rdena el seño

ón por primera vez.

escritorio, el Sr. Be

de haber hecho su

ue tiene un aire

ui a buscar tu café y

mbla un poco. Es

é caliente. — p

que elijas a tus emp

e quié

onozco, solo estab

me ol

nta de mi error,

mejor estilist

a una mirada d

ía de la señorita Mon

l señor Dalgliesh, par

a tu

uenta de que desde su sala

vidrio era oscuro,

recordar no hacer

teléfono

trabajo. Después

le y ni siquiera m