nía que irse, y sobre todo, por qué yo no podía ir con ella. ¿A dónde iba mi mamá
peoraría un poco, pero que no sabía cuándo ocurriría, o
lla pensaba: mi teta empeoró... ¡Y mucho! Al poco tiempo, mi mamá ya no podía comer, y después de un tiempo, mi mamá pasaba muy poco
Fue entonces cuando tuve un descanso de todo lo que estaba pasando. Simplemente, desconecté de la enfermedad
mamá... -le dije a la psicóloga, que a
des abrazar
siempre pienso
llen. No le harás más
minutos mientras tenía otra convulsión. Apreté el botón de emergencia y mientras llegaban las enfermeras y los médicos, el psicólogo volvió y me ap
año que no se levantaba de la cama. Corrí a abrazarla mientras ella me abría los brazos. Mamá me llenó de besos, como hacía tiempo que no lo hacía
Mamá sonreía todo el tiempo. Sus convulsiones se habían reducido mucho y se lo estaba pasand
o estaba bien. Pero tuvo un ataque que duró una semana. No se despertó durante una semana. Cuando finalmente despertó,
ida. Por primera vez, me contó algo más sobre mi papá. Dijo que se conocieron en el bar donde ella trabajaba, que él di
o podía ir con ella. Mamá dijo que un día yo también me iría y nos volveríamos a encontrar, así que no hay que preocuparse por eso ahora. Dijo que en esos días, era para que siguiéramos
, fuimos a tomar el sol, comimos juntos. Incluso se las arregló para correr detrás de mí
ella quería. Luego dijo que estaba cansada y que iba a dormir un poco. Me hizo sentar en el sillón con un libro, me be
on el tubo de la boca de mamá; bueno, vio a mamá sonriendo y me miró. Entonces se acercó a mamá y
llegamos a la cafetería, el psicólogo ya estaba allí esperándonos. Dijo que mamá se había ido. Le
ieron a mamá en una caja grande con tapa. Mamá estaba pr
guieron hablando conmigo, explicando que estaban en contacto con mi padre y fijando un día para que nos viéramos. No tenía
l colegio con Pablo todos los días; hice unos exámenes, en el despacho del direct
ños más en la escuela, Hellen. - me dijo después
orque soy más inteligente
a su casa y jugábamos toda la tarde. Y todos los sábados comíamos pizza, o bocadillos, o salíamos a c
me llamaron para hablar. Nos sentamos en el salón. El psicólogo y
qué estamos aquí? - me
a a mi papá. - Respondí en v
rabajadora social. - Tienes un papá
bien aquí con Pablo y sus papás. Es casi tan bueno como
es mirándose e
ue debemos seguir. - dijo
jaba, me adoptarían. Me contestaron que, según él, ya tenía un plan para mí, y que empezaría
odón por la boca, según ella, para recoger la saliv
los Mendonza y me iba a una casa