que entra por ella, me mira con una so

n la que esta la comida, me da una pequeña sonrisa cuando

si es veneno, oí por algunas de las lobas que cuidaban de

en mi pecho por el susto, giro mirándolo su mirada m

e aparec

nga de mí, — Se acerca a mí y agarra el plato

da, miro cómo cae la comida y abro mi b

ino hacia él y observó

camina furioso saliendo nu

a sucedido, camino hacia l

_

corriendo es como si mis pies no me hicieran caso yo quiero parar pero ellos no aún no comprendo porque corro o d

e, y se nota que hace ejercicio por com

iste hui

dor que escurre por mi frente, mi piel se eriza por el frío que m

ostro hacia todos lados esperando ver quien

s por no haber com

, un frío recorre mi cuello

veces lo siento. Dos para ser sincera, cuando estaba en ese lu

la lengua y bajo mi mir

hice demasiadas cosas creo que es

e mi secuestro, pero no estoy pre

ostro serio, miro sus ojos azu

ro su mirada me deja ver qué de esta no sa

ayudará a escapar con vida y otro

tus tantas actuaciones. — Tragó fuertemen

rio, mis manos se aferran al cuaderno sint

erro mis ojos tem

usurro y bajo mi rostro, suspiro tratand

uación. — Murm

h,

ía. Pasa su dedo índice por alrededor de mi rostro acomodando mi cabello, agarra mi rostro con fuerz

ue raro, llevabas una semana mostrando tu odio

e hacer para

u escritorio, gruñe fuertemente aventand

r a alguien a amarte. — Gira su rostro y sus ojos queman llen

rás a amarme. — Niego levemente, se acerca a m

piro girándome y comienzo a caminar hacia la puerta, rendida y con un frío ácido en mi

bras que no sé cuando est

ra algo que escribí meses antes, aunque creo no me

mis manos por detrás mío, camino hacia

us manos por su cabello, se sienta en su silla y sonrió aún m

tas c

el cuero de su silla caminando detrás de esta, soy una manipuladora y eso está muy mal. Me siento en su re

ago nada. — Observo todos sus rasgos quedando fascinad

smos usos. — Ruedo mis ojos, escuchar que soy su destinada o L

tu digas. — So

scapar de tu mente.

ste y debes

escapar para ver si mi

mujeres. — Sus manos caen a mis caderas pegándome a él, j

n gusto para mi, te

un rojo hipnotizandome con esa oscuridad profunda, algo es

ria olvidar

s necesidades, haz dicho que so

os mirando ese brillo y aunque él “no me g

se tensan mientras mi dedo índi

o callo poniendo mi dedo sobre s

as que nos lanzamos me estremecen aún cuando no he sentido su toque direct

i fuera lo mejor que ha visto, paso la yemasde mis manos por su

regresando a lo que venía hacer

quieres? — Vuel

de lo que voy hacer teniendo un poco nervios por lo que debo de decir, son cosas

a ti, Alpha. — Murmuró pi