ni a quejarte? —pregu
a retándome
Sin apartar la mirada
mirada, solo mir
¿De qué me serviría llorar? —Lo miro amargamente — Si lo hago parecería María Magdalena, no me gusta el teatro y quejarme de la vida. Simplemente no es mi estilo. Sólo tengo que asumir las consecuencias —dirijo una vez más mi mirada a la ventana del auto, me giro y lo miro fijamente. —
cabello de mi mejilla —Eres fuerte igual que yo. Lo que no nos mata nos for
tar conmigo? —pregunto sin rodeo, de una
iro sería. —Dos preguntas muy importantes pero ahora no t
je solo miro p
nca te lo voy a perdonar Aron. Te metiste en mi vida, en la vida de mi familia, me mentiste solo por tener a mi padre
uermo, no sé cuántas h
uentro con los ojos de Brayiam que me atra
y linda, me imagino una de sus tantas casas de
recordar
con el hacia adentro, es muy hermosa la casa, pero no esp
esperando por nosotros y ta
yiam y otros le dan la mano, yo s
bre armado, me imaginó
yo lo miró seria ¿De qué habla? —Espero que la traten como si fuera ¡YO! —Los mira serio y fr
—Dicen todos
ñora Grosbfiab
o de hablar porque no me
e serio —se pueden retirar. —Le dice
sala, él me mira con esos ojos penetrantes.
ándose a mí y niego. Lo único que
spira co
esulta intimidante y extraño. No creo que sea buena persona.
mayor —Lleva a la señora a la habitación. —D
leras, me abre l
sde hace dos días para que estuviera cómoda, se ve
por la ventana ¿En qué me metí? ¿Y si me esc
*
. Esa es mi nana, una gran mujer. —Quiero que ayudes a que la señora se sienta cómoda.
mo a un hijo. —Hizo una buena el
—La miro
al caminar, al mirar. Se ve que es muy buena persona. Me parece bien que por fin se haya an
para ella —tu sabes a lo que me refiero… cuando se dé cuen
que soy muy guapo. —Señor si le importa, subo algunas cosas para curarle la mejilla y la boca se le ve que
e había olvidado el golpe que tiene en la cara, estuve a punto de meterme pe
o —que pase buen
*
está bien, me da lo mismo. Miro los pijamas, son muy provocativas, es como no usar nada. Miró la r
mejilla, esta roja aún y alg
i pijama y siento que abren la p
rayi
cómoda ante él y
mano y tiene una past
… —no me deja ni t
, como si quisiera guardar la imagen pa
iento en
él es t
músculo. Realmente todo de él e
nde el vaso
ro, me parece m
qué m
querer roso su mano
l vaso
a —Habla con burla, lo miro confundida, solo sonríe de medio lado. Le muestro mi mejilla. — ¿
i labio con extrema delicade