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enteramos que debíamos mudarnos a otro país, dejar a mis amigos y,
escaleras. Cuando estéis ahí, elegid la habitación que más os gust
la casa y a ver qué habitación quieres, vale?
ó ella tratando de hac
mos allá ーy la
iba, fui con mi hermana a ver
muy grande, con unos muebles preciosos y muy modernos,
orme, era elegante con tonos blancos y negros y con una isla, cómo a mi madre le gusta, le encanta cocinar
sillas, había una puerta corredera. La abrí y no me podía creer lo
con un pequeño recibidor y a continuación un pequeño pasillo. Habían muchísimas puertas, la mayoría de estas eran dobles, así que supuse que eran las
le, un armario, una cómoda y dos mesitas de noch
cómo estaba decorado supe quien s
os. ¿Te gusta? ーle dije a mi hermana pequeña, desd
cando un conejo chiquitín que había
ande, más de la que tenía ant
el techo, entre otras cosas. Creo que me entró un mareo de tanto rosa y de ver tantos conejitos, así que decidí dej
que era doble y la antigua era individual. Había un piano, el cuál no sabía tocar, pero que estaba segura que aprendería, también había una guitarra, esta si que la conozco mejor, ya que la llevo tocando desde pequeñita, cuando la ví por primera vez, me enamoré de este instrumento. Además, había un escritorio con un ordenador, ahí sería donde haría mis próximos deberes y trabajos del instituto. A segunda vista, delante de la cama, había un sofá, sin exagerar, inmenso y este estaba mirando a una pantalla enorme. Encima del sofá colgaba un proyector, en e
ca con tanto blanco, pero con mis envases de champús, mascarillas para el pelo, cepillo de dientes, entre otras cosas, y que le pediré a mamá que compre toallas de un color diferente que no sea blanco, quedará un poco menos insípido. Cuando salí del baño divisé otra puerta, pero esa fue fácil de reconocer hacia a donde dirigía,
scar tu nueva habitaci
e pasaba, así que se me ha hecho una poco tarde para seguir averiguando que más tiene la casa, por eso q
nizada con tus cosas. No sé de dónde has podido sacar eso, porque ni
risa poco sonora. Otras veces, donde mis padres no encontraban algo, me pedían ayud
adres ya tienen una edad y es normal
cuarenta años, ni siquiera pasas de los treinta y seis, y pa
a mi risa ーVolviendo al tema, coje tus cosas y llevalas a tu hab
cajas donde ponía mi nombre y l