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Historia

Capítulo 2 capitulo

Palabras:2472    |    Actualizado en: 29/07/2022

ítu

eleas y

mana d

la

na nueva. La desesperanza me embarga, no sé qué hacer no me quiero ir y dejar todo lo que me recuerda

ría preparar todo con anticipación y así no habría retrasos, creo que es el que está

e llenan de lágrimas cada vez que recuerdo a mamá y que ya no poder estar en l

ada más de pesar en ella se me revuelve el estómago. Ags no la soporto y sé que

é, no sabe de lo que soy capaz de

edirme, siempre he sido solitaria y nunca tuve un amigo realmente talvez solo conocidos con los

hogar donde crecí y donde los recuerdos de mi madre aún se mantienen

tención en el celular —por qué en una hora saldremo

sgraciarle la vida a Alison, pero con la

Y me convierto en

en las noches? Uff y capas

ida para vivir felices para sie

r suerte no

de lleno contra la muerta, mi

y vuelvo a quejar bajo y reprimo las ganas de llorar para así

mía no tiene ningún rumbo y me

po de

ste cuando tratado de nadar para tomar aire, recuerdo que lo sé hacer, así que entro en pánico y trate

agua y empiezo a toser como un gato en busca de sacar su bola de pelos o

ba distorsionada y cuando trato de ver su rostro ¡pero valla! Tampoco lo veo por

beso— ¿dije yo eso? Diablo

as— respondió y se acer

r! ¿O me va a besar? No

s labios sé juntas ella

nscrita en el colegio

a en sueño siempre cuenta y él me lo arruino y hoy no poder dormir par

as, hora duraría el viaje y no quería pregunta, sé que el sueño

~

s? Ya no siento mi trasero, si antes lo te

ladora ¡Por dios! Tiemblo ya que mi abrigo no me brinda

on uno igual, pero en las manos de Alison hay

basura— por un momento pensé en aceptarlo, el que traía era uno de los qu

e prepare para responder esta

sito nada de una zorra como tú— le dije y ella se le cristalizaron los ojos por un momento no entendí y solo fue

madre? — pregunto y cada vez que hablaba el agarre en mi brazo aumentaba hasta el punto de provocarme dolor —¿Cuándo fue que cambiaste tanto? Si es porque t

él ya había superado, creo que la esperanza de que él aún recordara a mi madre estaban

ido y un signo claro de molestia, el brazo donde me tenía sujeta me dolía, apreté mis puños y me trague las sartas de

s hora de irnos— le dije y desvié mi mir

evo. Papá dijo que afuera estaría la persona que nos llevaría a nuestra nueva casa,

o fuera tan grande, pero no le tome importancia y seguí cuándo levante la vi

, me buscará si es que se dio cuenta de q

ora d

con grandes y gruesos abrigos mientras yo me estaba congelando,

era preocupado. Pero me equivoqué ya una hora y no llego mi decepción,

reo que también perdí a mi padre y a mí misma. Moriré de frío, ese es seguro, no traje el c

erte trataba de darme calor frotándolas, pero

anto la vista y una mujer mayor está al frente con

, pero ella vio mis intenciones —sé que lo necesitas, no seas orgullosa y acépt

despidió de mí. Para más una extraña se preocu

acordara un su hija, así que hice los más estúpido

erdía nada con perderme más a la única persona que le impor

a nieve caía y hacía más frío a pesar de que tenía un abrigo más apropiado, aún sentí

dirigía cuándo encontraba dos direcciones diferentes y no sabía

do pingue este

ver por dónde estaba, al parecer era una especie de parque co

ta

mosos, un hermoso contraste me quedé maravillada

planeamos unas vacaciones, pero con todo lo que paso no se pudieron cumplir. No sé cuá

para ver qué era eso. Es que yo no tenía sentido común, pero no me

la cubre una camiseta, sus brazos se ven fuertes. Inconscientemente, me mordí el labio superior al imaginarme tocándolos el cabello negro, se veía sedoso y tuve que reprimir la sensación de ac

asustada, vi para todos lados, pero no vi nada, el sonido volvió y me

ue me escucha porque estábamos una distancia considerable, me oculte detrás del árbo

ionada por no ver a ese enorme trasero, regresé mis pasos con la cabeza gacha, pero al querer d

n. Una mandíbula cuadrada, cejas pobladas, labios carnosos con un toque rojo en ellos, con su hermoso cabello negro, pero lo más llama

erlos, son tan lindos, reprimí un suspiro, pero v

ción espiar a las

orgasmo es inconfundiblemente ro

r un momento creí ver un destello rojo en sus ojos, pero lo descarté. Una ráfaga de viento paso por nuestro lado y mi cue

a mano, me toco la frente, su tacto fue tan cálido y reconfortant

casi caigo de no ser por el guapo delante, mi

no le entendía nada, el can

daré— es lo u último que escuche

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