e sueño con Carlos? Será que me gustó el beso de anoche, qué vergüenza estoy pasando; el

y dejamos a Carlos solo en la c

. Ella no para de pintarme el mundo de color de ros

ama Pequeño Placer. Es bastante grande, con doce empleados, casi todos son chicas y una de sus emple

arlos; creo que son sus amigos, quiere

de fiesta, Gatita —dic

ito —contes

scucho «Gatita, Ratoncito

s para salir esta noche de fiesta; en realidad,

sar y sobre las siete de la tarde empezamos a

talones vaqueros, recojo mi cabello

el pasillo, Esthela y

?, ¿me podéis co

r, esta noche vamos al Infinite Nig

stras a su cuarto y comienza a sacar ropa

r un top palabra de honor blanco con pe

ios!, la falda es tan corta que falta poco para que s

plancha del pelo, también me limpia el maquillaje de la cara, y me maquilla

a. Voy caminando por el pasillo y choco

doy cuenta de que casi se c

minales impresionantes», pienso para mí. Me doy la vuelta para mirar y veo cómo

o? —pregunt

es que sí

uyo por el módico preci

con el diablo, los hombre

te gusta y mucho —dice, m

quillas la una a la otra; al escuchar el jaleo qu

déis dar voces, y correr por la casa co

hela, agachando l

stábamos jugando un poco —digo saca

ngua —dice, mientras

mirándome con furia; lo miro desafiándole. Aprieta sus manos

ate q

o, me hac

—dice, mirándo

ón de pelo de mi frente y la besa. En este momento, me lleno de sensacio

. Lleva un vestido rosa precioso y Carlos se ha puest

s con el coche. Esthela lo ve de lejos, nos acercamos

las luces del pub. Tiene un ca

remos allí mientras él se va a aparcar. Bajamos del

dro —dice

presentas a tu amiga? —

e acerca a mí y me da d

ahora —dice Es

egue entramos de

, se aprecia la confianza que hay en ambos

con coca cola, observo el pub detenidamente. Es bastante grande, tiene un

comienzo a agobiarme un poco

—le digo

uy bien, me retira la copa de las manos y

alta y de lejos n

pasa, p

s todo, voy a la cal

e la mano para sacarme de aquí,

r aire fresco —digo, coloc

staríamos mejor, si n

en, ¿dón

el coche. Si quieres, v

o —digo, caminand

mos. Carlos baja los cristal

egunta Carlos, al pas

cuando quier

tás mejor

lave, se acerca y me coge por la ci

noche —me susurra al o

de nuevo. Me quiero separar, pero me sujeta rápidamente la cintura. Estoy atrapada entre sus

. Esthela está feliz de que te quiera junto a mí

r qué me besas cuando te da la gana —

e en su interior. Me vuelve a sujetar con más fuerza que antes, y

entando esquivar su boca. Intento esquivarle al ver cómo aprieta su cuerpo contra el mío, mis fuerzas flaquean, y consigue besarme de una