Nunca lo he hecho y mucho menos a ellos. Decirles a los chicos detalladamente sería un
r la noche —estoy exagerando—. Pero si tenía razon; era un desconocido. No sabía más de el que su nombre y que es millonario. Su casa, sus empleados, sus coches, sus luj
ero preferiría tomarme todo el día libre. Estoy por salir
a le pedí que me llevara de regreso
ación donde desperté una
edes eran un tono carne y los muebles blancos resaltaban perfecto. Me acerqué a una ventana de cuerpo completo, estaba cubierta por algunas cortinas claras. Deslicé la ventana que parecí
osidad el saber porqué, una casa con millones de habitaciones y un hombre solo. S
entre a la cocina. —No deberías de
ar sola— escuché una risa por mi comentario. —
me encanta cocinar y a Luke siempre l
bar uno si no es
se va a enamo
preparaba. Por un momento, me pasee por la cocina
de salía un pequeño niño con un señor. El niñ
a hizo un sonido con su garganta para yo
to ciego. —Desde qu
, es
dad y necesitaba dinero así que busque trabajo de lo fuera. Fui a los super mercados para buscar— una sonrisa se dibujó en su rostro. —, fue entonces cuando con
?— asintió. —¿Y dond
el padre de Luke todo ha sido diferente. Luke se
h.
uede ser una mala persona pero no lo es. Yo lo conozco perfec
l abrirse y cerrarse casi
e llamó de
pedida y que seguiríamos hablando luego. Justo
ocer perfectamente, es
ke y el hizo lo mismo. Se quitó el saco y lo de
uvo tu día
no decirle nada imprudente. —Muy
o
ientes bien?— s
pu
que no
sperando a que yo llegara. Me ha
e encogió
é. —Yo no soy ese
diles la verdad, que t
de brazos y reí.
ó a subir las escale