música movida y abrumadora, como si fuera su cómplice y tuvie
o de cuerpos sudorosos que bailan eufóricos; sus movimientos extraños los hacen lucir como si estuvieran poseídos por algún
este lugar», se cuestiona arrepentida
e abre paso entre los borrachos o drogados que se comportan de un
dejas aquí tirada —reclama con los nervios de punta y al borde de las lágrimas. Es
ueca con la boca y entorna los oj
de nuestro alcance, aparte de que aquí las personas son raras y hasta parecen que s
nidad de disfrutar como lo hacen los ricos. Deberías estar agradecida de que te invité; ¿por qué
ubiera hecho un chiste sin
í esto no es la definición de disfrutar, en serio. —Mira a su alreded
on una alegría exagerada e ign
ta venir en su dirección la petrifica, así
se pregunta mientras trata de con
a él con esa sonrisa l
—tartamudea
rada nunca lograré concretar nada con él»,
responderle, así que optó por decirle que estaba muy ocupada, pero que le avisaría en cuanto se desocupara. Por supuesto, ella peleó consigo misma al llega
susurra Silvia al oído con ese tono píc
llera negra rizada que está frente a ella, con su ropa lustre y moderna, y ese perfum
da y los tres se
re de parte de la empresa donde trabaja, así que lo que g
se le ocurre la idea de beber alcohol para soltarse y de esa manera pode
a, razón por la que, tanto ella como
acaban de graduarse de la universidad y todos allá nos íb
os tomado vino y cerveza, sin embargo, nunca nos hemos emborrachado
manera, espera con todo su corazón que su percepción sea solo parte de su imaginación e inseguridad. Los minutos pasan y el ambiente se t
a conversación. Katie pide otro trago para lidiar con el dolor que le quema el pecho, al tiempo que trata de mirar a otro lado, en vez de encarar a
nto con movimientos sensuales de cadera; con ese meneo aprovecha para mostrar las curvas que
ucho tiempo para que estos se muevan al ritmo de la música movida
e su amiga, no puede evitar las lágrimas de frustración. Quizás si ella fuera más bonita, tuvi
chicos en quien ella se interesa, se divierte un tiempo con ellos y luego los deja. Con el corazón destr
ndo este por fin se atrevió a abordarla y la invitó a salir. Esa, más que el despecho y los celos de verlo en brazos de otra mujer, es la
cirle que sí al instante, quizás así ya hubiéramos
e vidrio que ya está v
sentidos no están al cien por ciento y sus pasos son torpes. Ella visualiza una puerta y supone que es
stá tan borracha que solo se le
su risa, como si este también estuviera b
a el vestido azul y se queda en ropa interior. Aquel extraño observa el cuerpo perfecto d
a vez porque se siente un idiota al hacerle un cumplido a una ramera,
eso me enamoré de ti —resp
escalofrío cuando mencionaste esas palabr
por un largo rato, le envuelve los brazos alrededor del